El fantasma neurótico = Perverso




Estimado Marcelo : En función de los últimos posteos que firmaste, y en función del último capítulo de la pareja Martín y Ana que estoy siguiendo en la Serie En Terapia –que estimo seguís porque has posteado- ; te quería preguntar : en este último capítulo, se ve claramente que el masoquismo femenino llega a su punto extremo porque Ana está obsesionada en querer que Martín –no por casualidad, creo, veterinario- la trate a ella como un animal, sobre todo cuando tienen sexo. Quería preguntarte qué pensás de está cuestión y qué opinás del hecho de que algunos analistas preguntan la cuestión del acto sexual al analizante. Quiero decir : me enojé mucho una vez cuando mi analista me preguntó por la manera de tener sexo con mi pareja y después me di cuenta que eso ayudó a mi tratamiento.  Gracias, Elena S.





Sí, cierto: el analizante se sorprende un poco cuando se le pregunta por la modalidad de su coito. Esto obviamente no es casual; también suele sorprenderse si se le pregunta cuànto gana.  La ecuación simbólica freudiana FALO=niño=dinero=teta=heces= etc, tiene que ver con todo esto.

En el capítulo de la Serie que mencionás, que justamente pude ver, se termina de desarrollar o exponer el fantasma radical de Ana: expone que cuando muere el padre ella dice que se sintió igual que cuando Martín se quiebra: Ahí tenemos la castración en el Otro. 

Cuando el Otro está en falta (muestra su cara real : se quiebra, llora, grita, etc.) la histérica genera su síntoma : por eso creo que para Freud la fobia representa el paradigma de « la enfermedad que es cultural « : cuando el Otro se barra, el neurótico genera el síntoma fóbico : la falla en « el Padre » (un padre herido, digamos) hace que el fóbico genere su síntoma : por eso en reemplazo de la Metáfora Paterna tenemos la Metáfora Fóbica. El fóbico ya no tiene un Otro-Amo todo poderoso ; eso, no se lo banca : huye, hace su síntoma.  El neurótico pide a gritos un Otro sin castrar : para parodiar esto podríamos decir que el neurótico no quiere más que finales felices en todas sus películas.

Es cierto : él dice que ella quiere que él lo castigue. Sí : el fantasma es perverso. El axioma lógico se articula con el tercer tiempo de la pulsión : hacer(se) comer/golpear/cagar, etc. Ahi –en el tiempo reflexivo- está la actividad pulsional plena : el neurótico paga su culpa y goza en el tercer tiempo : es ahi donde el sujeto se hace objeto (en su fantasma). Acá también se ve porqué la pulsión es de muerte y lleva ímplicito al goce : el masoquismo es primario, independientemente del sexo anatómico.

Entonces sí : no hay ninguna duda de que el analista debe preguntar en algún momento del tratamiento por la manera que coge el analizante, porque esto conlleva la dimensión del real fantasmático.  Y digo analizante porque estas cosas –resistencia del analista mediante- se suelen preguntar cuando el paciente ya está en diván trabajando un análisis. Digo « resistencia del analista » porque somos los analistas quienes tenemos prejuicios con estos temas.  Recuerdo cuando Roberto Harari una vez expresó que en sus años de clínica llegó a la conclusión que siempre hay que preguntarle al analizante la manera de coger.  Y uno podría preguntarse, ¿ y por qué no ? Si uno le pregunta con quién vive, dónde trabaja, cuánto gana… sin embargo lo sexual –vía represión- también toca al analista y a sus prejuicios ; sin embargo obviar esta pregunta –que remite ipso facto al fantasma del analizante- puede ser crucial. Se suele esperar que el analizante despliegue este discurso sin que el analista lo pregunte ; sin embargo esto por lo general no pasa puesto que el analizante –transferencia imaginaria mediante- resiste a expresar su real. Los fantasmas del analizante suelen desplegarse después de muchos años de tratamiento.

Por tanto : sí estoy de acuerdo en preguntar eso. Pero hay que maniobrar el tema porque las fantasías del analizante (sobre todo cuando analista y analizante son de diferente sexo -imaginario obliga-) pueden terminar en discursos tales como en un capítulo de esta Serie, donde el mismo personaje de Martín le expresió al analista : « Se ve que está aburrido en su matrimonio ».  Cordiales saludos, Marcelo A. Pérez


ARTE:
Calcograbado sobre papel fabriano intervenido con acuarela
Año 2009




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