Poesía desde Perú



Estimado Marcelo Pérez, aquí el envío algunos fragmentos poéticos, aforismos y retazos de diario. Tengo muchísimos pero he escogido algunos y quisiera que me dé su opinión profunda y sincera. Estoy escribiendo un poemario mucho más formal y estoy viendo si incluir algunos de estos.
En mi carta que tenía un corte más clínico, no me presente: Tengo 40 años, filósofo de formación, intento ser poeta. Siempre me defino como un neurótico que juega a ser poeta dadaísta. El surrealismo me seduce, sobre el todo el de Antonin Artaud, a quien imagino como el loco de la “gaya ciencia”. Para mi Artaud es un referente en mi pensamiento, sin dejar de incluir en mi panteón de dioses a Emil Cioran, el Marqués de Sade, Alejandra Pizarnik, Leopoldo Maria Panero, Samuel Becket, Camus, y aquí paradoja incluida, Joseph Ratzinger en las antípodas.  (Aunque en el caso de Ratzinger es un  tema aparte, ya que no solo me erotiza su pensamiento sino su persona, hasta sus zapatos rojos son mi fetiche). Y en este aspecto no comparto la opinión de la teóloga alemana Uta Ranke-Heinemann que definía a Ratzinger en sus épocas de estudiantes como un hombre que "tenía un aire cardenalicio, inteligentísimo, pero sin la más mínima carga erótica, asexuado”. ¡No hay nada más erótico que Ratzinger! Me gusta leer hagiografías, son el complemento de las obras de Sade. Muchas santas y santos son dignos personajes sadeanos. Cuánta razón tenía Cioran al decir que un balbuceo de Santa Teresa vale más que la Suma Theologica del aquinate. Quemaría, con la furia  de Savonarola, libros de Aristóteles, Kant, Hegel, Poper por una sola confesión de Santa Gema Galgani. ¿Acaso Aristóteles o Tomas de Aquino no son reptiles de sangre fría y Santa teresa de Jesús o Ángela de Foligno perversas mantis religiosas que decapitan al amado después del orgasmo místico?.
No soy de aquellos que dicen: “yo escribí poesía desde niño” o “escribo desde que tengo usa de razón”. No. Nací invisible, fantasma o sombra. En todo caso el soporte donde escribía era mi propia sombra. Mi cuerpo /soma es la caligrafía de mi sombra. La escritura llego como una iluminación, pagana por supuesto, ya en mi adultez. Comprendí que la escritura (sea en papel, fotografía o cine, mis tres pasiones), en mi caso, es una manera de “visibilizarme”, existir. Si, nací muerto y no escuchaba las trompetas de la resurrección, pero ahora, me levanté de mi tumba ante la llamada del ángel poético.


Definitivamente la existencia es un poema dadá y cuando Tristán Tzara propone la forma hacer un poema dadaísta está explicando la absurdidad de la existencia:  
Coja un periódico
Coja unas tijeras
Escoja en el periódico un artículo de la longitud que cuenta darle a su poema
Recorte el artículo
Recorte en seguida con cuidado cada una de las palabras que forman el artículo y métalas en una bolsa
Agítela suavemente
Ahora saque cada recorte uno tras otro
Copie concienzudamente
en el orden en que hayan salido de la bolsa
El poema se parecerá a usted
Y es usted un escritor infinitamente original y de una sensibilidad hechizante, aunque incomprendido del vulgo.
Recorte en seguida con cuidado cada una de las palabras que forman el artículo y métalas en una bolsa, agítela suavemente, ahora saque cada recorte uno tras otro, copie concienzudamente, en el orden en que hayan salido de la bolsa… Quid est Veritas, ¡La verdad es dadá!
El poema se parecerá a usted, Ecce Homo, ¡El hombre es dadá!
Y es usted un escritor infinitamente original y de una sensibilidad hechizante, et ait ecce Adam factus est quasi unus ex nobis, ¡Dios es dadá! 
La redención es dadá, todo está consumado, da dá da dá da dá

Jorgensen Coloma Moreau
[ Perú, 1979 ]

Artes Visuales
A. Fernando de Szyszlo
Lima, 1925 / 2017 ]

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