El modo de enunciación: político / ideológico.


Es interesante ver que para definir a un paciente afectado del corazón decimos "cardíaco", no "cardioso"; igualmente, sobre uno que sufre del hìgado, decimos "hepático", no "hepatoso".

¿Dónde ponemos los médicos el sufijo "oso"?

En "tuberculoso", "canceroso", "leproso", "pestoso", "piojoso" (al comienzo de las clases). No es necesario tener la veta de un Bécquer para que la primera rima intuitiva sea "asqueroso".

Es decir, categorizamos con atributos desacreditadores -por supuesto, desde nuestro "saber-poder" - todo aquello que no queremos que nos toque, que nos contagie. Asi hemos construido a los "sidosos".

Cuando resultó demasiado evidente esta categoría de discriminación, pasamos a "conductas de riesgo", pero la palabra "riesgo" quedó. (...) Cuando categorizamos como "de riesgo", no estamos diciendo "vulnerables": en ese caso, diríamos "grupos vulnerables".

En realidad estamos cooperando en la construcción del control social sobre los "riesgosos" que, de ser amenazados, se convierten en amanezadores.

Francisco PACO Maglio
[ Buenos Aires, 1935 /  2017 ]
La dignidad del otro.
Puentes entre la biología y la biografía.
Capítulo: "El Sida como Enfermedad Social".
Editorial Zorzal; Buenos Aires; 2008.

Artes Visuales:
Emilio Pettoruti
[ La Plata, 1892 / Paris, 1971 ]
El hombre de la flor II

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