Un poema










Buscamos la piel precisa 
Voz afable
Clausura de miradas en
Cuerpos ruidosos urgentes errantes marchitos
Y descubrimos calma en huellas Cortazianas
Y nos amarramos entre nubes de pipa y licor
Mientras trepamos con gotas de rocío ardiente
En la letra tornasol, indicio de la cifra de
Nuestro ayer.

Buscamos clavos y pasión en un
Pretérito cobrizo
Que volvía como vagones exhaustos
Derrotados cobardes
Y hallamos Saramago montañas alba
Y extraño Oriente
Tejido de ave y tisú
Y Satatango
Y madera
Noble y honrada
Como tus manos y tu generosidad
Y lágrimas de libélula con el sexo tieso
Orgasmos con fragancia a pera y manzana
Sonrisas de oruga fatigada
Crepúsculo receloso
Y abrazo pendiente
Y futuro.



Hay padres lejanos crueles
Madres insaciables
Hermanas de arbitrio baladí
Pero amanece de pronto
Y la locura es dócil
Compasión escucha espuma gesto
Trazas de corcheas celestes
Ramas secas que florecen como cigüeñas
Barba con incienso y pies y habanos y  esperma.

Paradojas cuando poco se piensa y mucho se vive
Coraje y enojo de tiempo y de abandono
Y ese misterio íntimo de dejarse hechizar
Por el desatino del otro que nos captura
Rescate quimérico voz que extrañamos
Sueños donde apareces como
Imprescindible como
Esencial como
Inevitable como
Único.

Buscar algún árbol dadivoso que nos regale su amistad
Y descubrir el sosiego bajo un cielo de capullos granates
Donde me leíste susurrando el exótico viaje de pájaros dichosos.

Paradojas siempre:
“¿y por qué sábado y domingo piden un plural?”
“¿Y mis manos buscan las tuyas
Y te ofrezco una cucharita de dulzura en la boca
Muy a pesar mío, frente a un mundo que ignoro
Al menos
A penas
Un instante?”



Y mientras los gusanos de mancebos incompletos
Y caracoles con dentaduras de terciopelo
Y jazmines averiados por la tristeza del domingo
Y relámpagos harapientos
Y hormigas pisoteadas por la bulimia del capitalismo
Consumen fastidio y tedio
Tu garganta clama un dolor añejo
Y nos empecinamos en robarle a las estrellas
El fulgor milenario de su barniz astral.

Y nuestra piel se pierde entre la tinta negra
Y una sedosa carta de amor imposible
Nos golpea con lágrimas
El quebradizo y escarlata corazón efebo.

MAP
Mientras trepamos...
II / 17
Artes Visuales:
Georges Mazilu
[ Romania, 1951 ]

Entradas populares