Lacan / El Medio Pollo: Historia de medio sujeto.







"Mi primer libro de lecturas empezaba con una historia titulada Historia de Medio Pollo. Era verdad, hablaba de eso (…) Lo que yo enseño desde que articulo algo del psicoanálisis podría muy bien llamarse Historia de medio sujeto."

[ Jacques Lacan, Seminario XVII, Clase 4 ]




Un hombre y una mujer que eran muy desgraciados. Sólo tenían un huevo para la cena. Lo cortaron en dos y lo pusieron a hervir. El hombre se comió su mitad pero la mujer no se comió la suya. La puso a incubar entre los volados de su blusa y nació un medio pollo.
Un día que Medio Pollo escarbaba en el estiércol, encontró una bolsa llena monedas de oro. Un ropavejero que pasaba por allí lo escuchó gritar de alegría por el hallazgo, entonces le quitó la bolsa. Medio Pollo no estaba dispuesto a quedarse de brazos cruzados siguió al hombre que se iba. En el camino, de repente, vio un enjambre de abejas. Las abejas le dijeron lo siguiente: 
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- ¿Adónde vas Medio Pollito?

- Venid conmigo y lo sabréis.
- ¡Pero es que no podemos seguirte!
- Meteros en mi trasero y os llevaré.

Así sucedió con un perro, un zorro, un lobo, incluso con un río que atravesaron. El río se metió también en el trasero de Medio Pollo y llegaron a la casa del hombre. El medio pollo comenzó a reclamarle por su bolsa de monedas de oro. El hombre se lo explicó todo a su mujer. La mujer dijo que lo pusieran a dormir con el resto de las gallinas, el gallo se ocuparía del medio pollo al día siguiente. Cuando el gallo empezó a meterse con el medio pollo, viéndose este perdido, dijo: 
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- ¡Zorro, zorro, sal de mi trasero o estoy perdido! El zorro salió y se comió al gallo y a las gallinas.
Al día siguiente, el hombre y la mujer escucharon al pollito seguir con sus reclamos y decidieron que sería el mulo quien lo ponga en su lugar. El mulo daba vueltas y pateaba. El pollito viéndose perdido una vez más dijo: 
- ¡Perro, perro, sal de mi trasero o estoy perdido! El perro salió y se puso a ladrar. Y el mulo rompió su cuerda y se marchó corriendo.
Al día siguiente, el pollito insistía por su bolsa de monedas de oro, por ello lo pusieron con los corderos para que lo apretujen, pero el pollito hizo salir al lobo.

- ¡Lobo, lobo, sal de mi trasero o estoy perdido! El lobo salió del trasero del pollito y se comió a todos los corderos.
Como el pollo no desistía con su reclamo, decidieron hacerlo dormir con ellos y apretarlo para ahogarlo. Pero el medio pollo gritó:
-¡Abejas, abejas, salid de mi trasero o estoy perdido! Las abejas salieron y empezaron a picar a aquellos pobres viejos que no siguieron mucho rato en la cama.

Viendo que el pollo no estaba dispuesto a dejarse vencer, pensaron cocinarlo en el horno. El pollo gritó una vez más:
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- ¡Río, río, sal de mi trasero o estoy perdido!  El río salió, y regó el fuego y lo apagó.
El pollo no paró de gritar. Los viejos dijeron entonces: 
- ¡Pues ya está bien, dejémosle marchar entonces! Tiraron la bolsa por la ventana y dejaron marchar a Medio Pollo que se fue y se fue por los campos. Y ya no lo vieron nunca jamás.
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 Yo pasé por el molino,
Me bebí un vaso de vino,
Me subí a la cola de un ratón,
Que era muy chillón,
¡Y colorín colorado,
Este cuento se ha acabado!"
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El Medio Pollo, cuento popular.
Traducción del francés: 
Miquel Bassols

Dibujos:
Alejandro Aldehuela
Bipolar
Mujer Gallina
[España]

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