De la abolición de la necesidad en la Cultura.










Marcelo. Sigo tu blog desde hace mucho tiempo y es la primera vez que te escribo. Quería agradecerte tu comunicación vía el psicoanálisis y también quizás con algunas reflexiones: releyendo un posteo tuyo de hace un mes, sobre el amor y la demanda, lo asocié con este otro de hace días de J.C. Indart y también con lo que escribiste sobre la última película de Woody Allen. En la película queda muy claro que no hay duda que al protagonista le convendría seguir con su mujer, que desde la primera escena el director describe como algo "redondo", pero no puede con la fuerza que se le impone. De allí que, en relación al texto de Indart, pensaba el amor como un afecto inconsciente que conlleva después a sostenerlo, o -como dice el autor citando un apólogo- a reivindicar en cada aniversario. También quería preguntarte, leyendo el posteo sobre Amor & Muerte, por qué –algo que también leí en otros momentos de tu blog- decís que uno no come por necesidad? Si bien tengo nociones de psicoanálisis, aún estoy en formación y a veces no se me aclara este punto entre necesidad-demanda-deseo.  Bueno, te envio un gran saludo!  Muchas gracias, Diana P.




Hola Diana. La película de W. Allen no sólo presenta el conflicto entre el Ideal y el deseo de parte de él: también de parte de ella. Recordemos que hay un pretendiente que hasta le regala “todo” lo que ella necesita… Esa es la genialidad de siempre de Woody Allen cuando plantea los guiones; confrontando al sujeto con sus ideales. El título de la película lleva un significante: magia. Planteada, por el lado del protagonista, como pura-ciencia; por el lado de lo poético, queda lo que Lacan, en el Seminario 25, "Momento de concluir" y en "Ciencia y Verdad" perfilará del lado del significante: "El significante en la naturaleza es llamado por el significante del encantamiento. Es movilizado metafóricamente."

Como se ve, tanto la ciencia como la magia están en el orden del lenguaje.  Y aquí está el desvío de la necesidad. Si no hay ninguna realidad pre-discursiva, entonces el orden biológico queda supeditado al Lenguaje. En la NASA hay un cartel que reza: "Aerodinámicamente las abejas serían incapaces de volar. Suerte que ellas no lo saben." Es decir: la ciencia intentará obturar el agujero con un saber que, como se deduce, no alcanzará: no hay saber sobre el goce. Eso es sólo un dato naif que sexológos o pedagogos o médicos quieren demarcar: "Dele a su hijo la teta cada cinco horas." O "Estudiar de mañana es mejor que de noche."  Cuando el saber se interpone, el sujeto entra en problemas. En cambio el animal tiene un saber sobre el objeto que responde enteramente a lo natural, se llama instinto. Hubo una experiencia con abejas donde un grupo de investigadores colocaron a los bichos en un recinto y le modificaron la atmósfera combinando oxígeno y helio para disminuir la densidad, con la pretensión de ver la reacción y el esfuerzo de vuelo: inmediatemente las abejas modificaron su comportamiento ampliando el recorrido de sus alas consiguiendo mayor batido de las mismas.

Con respecto a “comer por necesidad”: no, nadie lo hace, porque la comida entra, como todo, en el orden del lenguaje. Como nadie respira por necesidad, sino –como digo siempre- con sólo advertirle a un fóbico que no tiene “necesidad” de ahogarse en un ascensor porque hay aire necesario, sería ya suficiente. Pero el fóbico se nos ahoga… Si el hombre comiese por necesidad, todos los hombres del mundo deberían comer la misma cantidad de alimento a la misma hora. Comer una cereza de más, ya habla que no es por necesidad el asunto. Beber una copa de más, ya habla de la abolición de la necesidad; ahora: ¿cuál sería el parámetro?  “Beber una copa” ya es un tema de lenguaje. Y cuando entramos al lenguaje, la necesidad se pierde absorbida por la demanda y el deseo. Si el sujeto comiese por necesidad no existiría la anorexia o la obesidad. En todo caso el sujeto come porque hay deseo, pongamos. Pero la pulsión (de muerte) hace que se construyan obesos. Si el sujeto comiese por necesidad, ¿con qué necesidad no comería algunos de los alimentos que, culturalmente, están en su menú?

Ya lo dijimos cientos de veces: la necesidad está en el plano de los animales, para entrar a la Cultura es necesario el Lenguje (agujereado) y por lo tanto la Demanda, que implica la pérdida del instinto. Hay un animal, se llama la termita –que como sabemos se alimenta de madera-, que ingiere una cantidad de alimento tal que si la misma cantidad se le suministrase al hombre, un niño tendría la estatura de la torre Eiffel en sólo cinco años. Y la termina no engorda. Como ningún otro animal (logrado) que ni engorda ni se enferma: a lo sumo tiene accidentes. Un elefante africano común adulto, puede consumir hasta 140 kilos de alimento por día. ¿Engorda? Si queremos hablar de “necesidad” tenemos que hablar de orden biológico. El sujeto es el que después del primer plato, pide otro y después un postre, y después un café, y después y después… ¿Qué necesidad? Si el sujeto cagase por necesidad, no habría gente con diarrea o constipación: el animal que caga mal es el animal que se alimenta mal; es decir: el animal atrapado -y contaminado- por la mano de la Cultura. Cordiales saludos.

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Nov-2014
ARTE:
Pilar López Báez
España

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