Amores Perros...





"Leao” sentado por segundo día consecutivo ante la tumba de su dueño, que murió en un derrumbamiento de tierra en Rio de Janeiro en 2011.


"Calafate" llegó a ser el animal más conocido de la ciudad de Río Grande: no quiso dejar a su dueño fallecido y vivió más de nueve años en el cementerio municipal, junto a su tumba.  Al principio los empleados del cementerio lo echaban: "Puede ser que algún perro se metiera y siempre los sacábamos. En el caso de Calafate recuerdo que tenía hambre y lo sorprendíamos comiéndose las velas, por lo que lo sacábamos corriendo, pero siempre volvía". A pesar de todos los obstáculos, el perro logró vivir nueve años en la tumba de su amo convirtiéndose en el animal más conocido de la ciudad y llegando a ser ya "parte del paisaje cotidiano" del cementerio: los visitantes preguntaban por él y le llevaban comida.  No hace mucho, tuvo un trágico final: fue atacado por dos perros y resultó herido. Al principio presentó mejorías, pero el martes los empleados del cementerio lo encontraron muerto.  Calafate fue enterrado cerca de la tumba de su querido dueño.




 Capitán, es otro perro fiel que durmió durante seis años sobre la tumba de su amo en el cementerio de Villa Carlos Paz, en Argentina. Según cuentan, apareció un día solo en el cementerio buscando a su amo, hasta que encontró la tumba donde se dedicó a hacer guardia permanente.



Bruno: el perro del Sgto. de Marina, Adam Leigh Cann, muerto en combate a los 23 años.

Entradas populares