Prostitución Masculina

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…El transexual, en la manera que tiene de sostener una certeza delirante en cuanto al error sobre su sexo, no está sujetado a ninguna ley que no sea la de la certeza delirante que le dicta, aun bajo la forma de orden. No es la misma orden que en la perversión, pero es una orden de reparar el error sexuado de su nacimiento (así es como lo reconstruye).  Reparar ese error es, efectivamente, una manera de engancharse en una cierta forma de ley del deseo. 

Pero, ¿es un deseo? ¿Es una ley? Aquí evidentemente todas las preguntas se abren. Son cuestiones extremadamente difíciles, no creo que podamos pensar la cuestión de la sexualidad en la prostitución masculina si no disponemos más que de unos pocos elementos. Verdaderamente no tiene nada que ver con la prostitución femenina, en todo caso con su modo de relación con la sexualidad.

(…) Renunciar a la prostitución, para las mujeres, es muy difícil, pero también más simple, porque no está “enganchado” a un goce sexual. Lo diré de un modo más radical: para los hombres se trata de saber cómo renunciar a la prostitución sin renunciar a su sexualidad. Son dos cosas totalmente distintas.

Justamente la dificultad del lado de la prostitución masculina radica en que el renunciamiento a la prostitución implica también (problema que hace falta también trabajar con ellos) algo del orden –se debe tomar con pinzas- de un cierto tipo de renunciamiento a un goce.

Robert Lévy
El goce del cuerpo en la prostitución masculina
Texto publicado en:
LaPsus Calami Revista de Psicoanálisis
Convergencia; Mov. Lacaniano para el Psicoanálisis Freudiano
Nro 1 : Otoño del 2010
Letra Viva, Bs. As., 2010

Arte:
Lisel Jane
Summer, dibujo

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