Hacerse-un-Nombre
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¿Qué debemos lograr en tanto analistas?
Pues sostener, en los analizantes, otro orden de credibilidad.
Dicho de otro modo: se trata de conseguir la deposición del fantasma de omnipotencia que, usualmente, se encuentra ligado al Nombre-del-Padre, en virtud del amor sin límite profesado a este. En tal orden, todos somos creyentes y, por eso, en el sostén del amor eterno al padre -tomado en todas las evocaciones factibles- radica la dificultad en la construcción del nombre propio.
Roberto Harari
¿Cómo se llama James Joyce?
A partir de "El sinthoma" de Lacan
Cap. 9 / Amarrortu / Bs. As. / 1995