La Condena

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Cuando Lacan, en el Seminario-24, 11-01-77, enuncia:
"Freud era un débil mental, como todo el mundo y como yo mismo"
nos está recordando nuestro afán de pretender dominar la pulsión a través de ese objeto -triste objeto de infatuación- llamado YO.
Hay quienes creen en su YO de un modo un poco excesivo...
Hay quienes creen que "hacen el amor"; no se dan cuenta que "el amor los hace".
Hay quienes creen que "tienen un deseo"; ignoran que "el deseo los posee".
No es menos sorprendente que existan quienes pretendan adoptar la aptitud de premios y castigos queriendo exceptuarse de la categoría de los débiles.
Entonces hay quienes creen ser como Dioses factibles de castigar al otro por su neurosis, por estar inevitablemente condenados a lo inconsciente.
Más allá del rencor, estamos ante perfectos Monstruos ineptos que se creen Soberanos de todo Saber y de todo Territorio.
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