El Aval, el Permiso: La Garantía del Otro

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Respuesta de una Colega al Posteo "La formación del analista" del 18-08-2010:

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Hola Marcelo, lei la nota q publicaste hoy sobre el pase en la escuela. Hay escuelas q le dijeron si al pase . Te cuento esto porq lo viví, un día pedí el pase convencida de q al experimentarlo podría saber de q se trataba. Entonces tuve una entrevista con un pasador, llegue a dos, para darme cuenta de que no me interesaba el pase y todo lo que implica. Tres cuestiones alentaron mi decisión, primero, que debía convencer a un jurado de que mi análisis había concluido y de que estaban en frente a un analista. Me pregunte ¿porque tengo que convencer a alguien de lo que siento? segunda cuestión, lo siento y punto . Tercera cuestión , escuche una historia donde lacan había pedido a unos colegas q escribieran sobre unos temas y que publicaran sin firmar. es así que hay textos muy ricos en psicoanálisis que trascendieron en el tiempo , llegaron a las personas y no se sabe quien los escribió. Esa experiencia me pareció fabulosa. ASI QUE YO LE DIJE NO AL PASE. Bueno, si podes, hacerle llegar este mail al autor de la nota. Con cariño, Patricia Nuñez.

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COMENTARIO POST-MAIL:
Creo que el dispositivo de el Pase creado por Lacan ha sido oportuno en su momento para salir de ciertas conyunturas en que se encontraba el Psicoanàlisis. Hoy día el Pase constituye harto más una cuestión de emblema (Analista Miembro, Analista Miembro de Escuela, etc.) que una movida instituyente. Hay Escuelas que no lo usan; que sólo se juntan en función del Dolor del Paciente independientemente de Títulos y Garantías. Es cierto que en cualquier oficio, el sujeto se autoriza a sí mismo y ante Otros; pero esos Otros son sin duda "esos otros": los semejantes que, como tal, no están ni por arriba ni por abajo de uno. Darle Autoridad a quienes consideramos nuestros Maestros no implica -a mi modo de ver- un régimen de calificación ni mucho menos standarizaciòn ni aún de normativa escolástica. No hay standards: Lacan rompiò con las sesiones de ese tipo y con la cuestiòn de los Didactas: "todo psicoanàlisis es didáctico" -ha llegado a enunciar- porque crea un sujeto nuevo, con un nuevo significante.
El psicoanalista se encuentra en la soledad de su Acto cuando escucha el Dolor de un (su) Pa(de)ciente. Esta soledad, este real que toca al Analista, se lleva -entonces- al Control con otro Analista que el poder de la Transferencia le otorga.
Marcelo A. Pérez
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