La obra - La muerte

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Las producciones en masa que inundan la prensa y la edición no forman a los lectores: suponen, de manera fantasmática y primaria, un lector ya programado. De modo que terminan configurando a ese destinatario mediocre que habían postulado por anticipado. Ahora bien, por deseo de fidelidad a la hora de dejar una huella, lo único que puedo hacer es dejarla al alcance de alguien que fuere: ni siquiera puedo dirigirla singularmente a alguien. Por más fiel que quiera ser, uno nunca deja de traicionar la singularidad del otro a quien se dirige.
(…)
La huella que dejo significa a la vez mi muerte, futura o ya ocurrida, y la esperanza de que me sobreviva. No es una ambición de inmortalidad, es algo estructural. Dejo allí un trozo de papel, me voy, muero; es imposible salir de esta estructura, que es la forma constante de mi vida. Cada vez que dejo que algo parta, que tal huella salga de mí, que “proceda” de mí y sea imposible reapropiármela, vivo mi muerte en la escritura.

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Jacques Derrida
Entrevista con Jean Birnbaum
EN: Aprender por fin a vivir
Amorrortu; Bs.As., 2006-
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