Ofrendas

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Y entonces homanejas a una cantante que nos deja
o a un club de fùtbol que triunfa
o a un escritor que obtiene su cocarda
o a un almirante que sube a su barco guerrero.
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Y yo te respondo: mi homenaje es a ti:
que aclaraste mis sombras neutras
que acariciaste mi pesada espalda
que lloraste conmigo a una mascota que se nos iba
que recorriste un sol de enero para regalarme un capullo
que escuchaste mi aliento àvido una luna de heridas
que levantaste tus brazos para ayudar a mi padre
que cantaste un sainete para paliar la farsa
que limpiaste mis lágrimas con una copa de vino
que encendiste un habano para acercarte un poco
que escribiste una estrofa para disculpar tu pànico
que amaste sin pedirme ni siquiera un suspiro.
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