De nuestro preciado (ser el) falo...


Hola Marcelo: quería retomar un tema que hace tres o cuatro años le pregunté. Me había dicho en ese momento que se trata de imagen. ¿Podrá decirme si el tema de las discusiones de las parejas –que se presentan en una terapia por ejemplo; soy psicoterapeuta de pareja con orientación analítica- ¿tiene que ver –para usted que sigue los conceptos lacanianos- de algún modo con la cuestión del dominio fálico del todo versus la parcialidad que la castración impone? Esto es porque advierto que los vínculos ponen en espejo -en la transferencia- la misma cuestión que escucho siempre: sea con temas de honorarios, sea con tema entre ellos: siempre hay un tironeo fálico.  Y me sorprende que prefieran perder todo a obtener algo a cambio. ¿Usted lo podría leer así  o tendría alguna otra visión al respecto? Muchas gracias, Graciela C. / Buenos Aires.



Hola Graciela. Siempre se trata del eje fálico, claro. O –a la criolla- de quien la tiene más larga… Roland Barthes, en su poético y semiológico texto Fragmentos de un discurso amoroso, tiene un capítulo dedicado a La Escena: en una suerte de esticomitia (él la llama esticomitis a modo –creo- de acentuar la división y la infección fálica) analiza esta cuestión donde el Falo –como en el cuento La Carta Robada de E. A. Poe- se pasea por la escena. Criticamos mucho las guerras mundiales -o las internas, como la famosa "grieta"- pero habría que empezar -como dice el dicho- por pintar nuestra aldea. Hace casi un año contesté dos correos con respecto a algo parecido, lo acabo de chequear porque me sonó a cuestión conocida. Linkeo: http://psicocorreo.blogspot.com.ar/2016/05/psicoanalisis-pulsion-y-honorarios-dos.html

Con respecto a la pregunta puntual: ya sabemos que el neurótico quiere todo, y por ese quererlo-todo pierde una parte. No acepta, no suele admitir, sólo un porcentaje del todo. No se conforma con ser un poco falo: quiere todo fálico, de allí que la Histérica se posiciona del lado Hombre/Macho en el Esquema de la Sexuación de Lacan del Seminario XX. Ejemplos hay miles, todos los días… hablábamos hace poco con una colega amiga cómo los narcisismos de una pareja impiden que dicha pareja, después de un divorcio, puedan seguir viéndose. O como se desvinculan al modo más infantil y narcisístico. Personas que pudieron haber compartido años y años de vínculo, se separan sin hablarse: todo orgullo. De allí a pretender que sigan vinculándose sólo es factible si tienen hijos en común y a veces ni tampoco.
La posición Fálico/Castrado es la única que Freud consideró desde el punto de vista estructural: no hay hombre, mujer, bisexual, gay: todos esos son significantes. La cuestión siempre es: ¿soy fálico o soy objeto de la castración? Lo paradójico que ese tipo de sujetos –que suelen ser histéricos con caracteropatías muy narcisistas, caprichosas como todo niño-  después se hacen objeto de goce de otros. El otro día una analizante –que también es analista- recordó: “A mí no me quiso ni saludar cuando retiró sus valijas, pero después se va a denigrar con una puta en un prostíbulo que ni conoce, se hace incluso injuriar y castigar… pero eso sí: conmigo puro falo. Bueno, que voy a pretender: siempre fue un niño…”- Así es la imagen, nuestra eterno pasional y siempre bien querido Yo. Saludos, MAP.

Artes Visuales:
Redmer Hoekstra
[ Holanda, 1982 ]
www.redmerhoekstra.nl 

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