Más allá de un Padre










Decir “Te amo” o solo murmurar el nombre del amante, traiciona el amor jurado de ante mano, el del padre. El voto de fidelidad al amado o la amada colisiona con el que, en secreto, se le prometió al padre. El fantasma amoroso no es simplemente un fantasma fundamental más. Reprime y redime el parricidio (…)

Construido como derivación del parricidio, el fantasma amoroso tiene memoria: presenta anticipadamente el programa de la repetición. Esto no equivale a decir que el amor vuelva a poner en escena la neurosis infantil, sino que, por el contrario, retoma las mismas cuestiones irresueltas con nuevos datos referentes al sentido sexual de la seducción paterna. Portador de una solución del traumatismo sexual provocado por el padre hasta ahora incomprensible, el fantasma amoroso lleva tal alivio que todo lo que podría separar a los amantes, al principio se minimiza: ¿cómo es posible, por ejemplo, que en una proporción apreciable, las fantasias que ponen en juego dos amantes coincidan? (“Pero entonces, ¿qué puede hacer que un hombre y una mujer permanezcan juntos? En el mejor de los casos, eso se llama “lo simbólico”. Charles Melman, La Nouvelle Èconomie psychique., Toulouse, Èrès.”) (…) El fantasma amoroso embriaga tanto que enmascara los malesentendidos.

(…)

Si está el amor, ¿el deseo viene de suyo? La creación de la falta es aún equívoca. Sus consecuencias pueden tanto ser eróticas como inhibirse en la neurosis. Cuando es el resultado de la falta de cierta persona, la excitación puede desencadenarse como si el acto sexual tuviera que paliar, recuperar el retraso excavado por el ideal. Esa demora entra en resonancia con otro retraso pues, ¿quién ha estado siempre retrasado en relación con el ideal sino el niño? Cuando se abandona al amor, un amante es un niño. Su excitación concuerda con lo que fue inhibido y el ideal que lo arrastra hacia adelante da forma a ese retorno del pasado. Puede ocurrir entonces que el amor inhiba la excitación que suscita. (…) El amante puede permanecer de brazos caídos ante la amada, si su neurosis se aprovecha de la situación para poner en escena las figuras infantiles de la frustración edípica. Un amor neurótico –el pasado en el presente- inhibe entonces el erotismo.


Gérard Pommier
¿Qué quiere decir "hacer" el amor?
Extracto del Cap. 5
Ediciones Paidós, Bs. As. 2012

 
ARTE: 
Jean-Auguste-Dominique Ingres
Study of Hands and Feet for “The Golden Age"
1862 / Graphite on paper. Louvre, Paris, France.




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