La homosexualidad del heterosexual (y viceversa)
¿Hombre o mujer? Desde el punto de vista del género
psíquico, existe una suerte de suposicion mítica de partida, la de ser un ángel
sin ningún sexo: esta posición transexual, al querer identificar el cuerpo con
un falo puro, le recorta sus atributos sexuales secundarios.
(...)
Antes de la entrada en el falicismo, se ha advertido
primero un momento mitico "originario" transexual. Nunca ha sido
viable y corresponde a una potencialidad regresiva: si quiere vivir, el niño
entra a gusto o a disgusto en el falicismo identificandose con un padre. Para
ver cómo se bifurcan las diferentes orientaciones hacia el género y la elección
de objeto y, por ende, eventualmente, hacia la homosexualidad, hay que situarse
considerando una posicion de partida que implique en todos los casos una
atraccion "sexual" por la madre, es decir, la
"heterosexualidad" para el varón y la "homosexualidad" para
la niña. La posicion más fácil de comprender
es la que se podria llamar una "homosexualidad femenina
activa". Cuando ciertas teorias del movimiento feminista declaran que una
relación primaria con la madre decide la homosexualidad de las mujeres, han
comprobado ese hecho, aunque omiten que esa relación se establece a partir de
una identificación con el padre (¡tan perfecta que pasa inadvertida!).
(...)
La identificación con el padre comporta, del lado
masculino, una consecuencia entre tres posibles. La primera -ya estudiada- es
el paso hacia la heterosexualidad. En ese caso, el vinculo "homosexual"
se reprime. Ese paso sera aún más neto cuando el padre desee a la madre y
recíprocamente. Con esto queremos deir que la castracion adquiere su sentido
para el niño en la medida en que imagina: 1) que su madre desea a su padre (él
la ha castrado); luego, 2) que su padre desea a su madre (deseo que de cierta
manera tambien lo castra a él). Estas dos condiciones reunidas orientan hacia la
heterosexualidad, al mismo tiempo que se reprime el vinculo homosexual. Si ese no
es el caso, puede darse una de las dos situaciones únicamente, o bien la otra
(estas son las tres posibilidades).
(...)
La elección de la "homosexualidad pasiva"
corresponde al caso en que la madre desea al padre y no es correspondida en
igual medida. El hombre encarna entonces una figura viril abrumadora, pero
distante. El niño, aterrorizado por ese padre demasiado poderoso (que no esta
castrado por el deseo de su mujer) se pondrá pues en una posicion ee seduccion
pasiva con respecto a él. Una vez que el niño haya crecido, buscará ser amado
por hombres, como hubiera querido ser amado por su padre.
En lo concerniente a la fijación de una
"homosexualidad activa", esta procede de la acentuación una figura opuesta: el padre desea tal vez a
la madre, pero esta no le corresponde recíprocamente. Ella prefiere a su hijo.
En este caso, el niño, al crecer, amará a un hombre como su madre lo amó. Esta
madre invalida el deseo sexual en general, y por su marido, en particular: por
lo tanto, el hijo amará activamente a un varón semejante a quien él fue en el
amor materno, y además lo amará del modo en que habria querido ser deseado por
su padre. Necesita amar a los varones como su madre lo amó a él, pero
agregando, además, el erotismo de un padre tal como le hubiera gustado tener.
(...)
¿Como explicar estas elecciones forzadas? Para que la
situación le parezca mas clara a los heterosexuales que reprimen exactamente las
mismas formas de homosexualidad, diremos que un hombre estaría en posición de
homosexualidad pasiva -pero reprimida- cuando se las arregle para que su mujer
sea seducida por otros hombres (es un looser). Y estará en posición de
homosexual activo -pero reprimido- cuando nada lo excita tanto como conquistar
la mujer del otro. Estas son posiciones ajustadas a una gran banalidad que son
fácilmente observables en la vida cotidiana.
Gérard Pommier
¿Qué quiere decir "hacer" el amor?
Cap. 3. Las homosexualidades... (y su importancia
para
comprender la interactividad de las posiciones
sexuales y la
"declinación" de un padre)
Ediciones Paidós, Bs. As. 2012
ARTE:
Christophe Gilbert