Migración
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Fuiste mariposa eterna:
por eso tu vuelo me llenó de infinitos.
Fuiste paloma quebrada:
por eso limpié tu escoria mientras delirabas y dormías.
Fuiste oso mimoso:
por eso pedí perderme en tus brazos blancos.
Fuiste tortuga herida:
por eso tu piel de llagas y de ocres inundó tus noches febriles.
Fuiste elefante magullado y torpe:
por eso sembré una flor en tu nariz inquieta.
Fuiste caimán crispado:
por eso escapé de tus brazos negros.
Fuiste gusano exiliado y aturdido:
por eso me acerqué a tu piel sedosa.
Fuiste mariposa, paloma, oso, tortuga, elefante, caimán, gusano.
Y de pronto, la tormenta despojó las alas, el blanco, la seda, el lirio.
Y ya nada queda en mi ciego zoológico enajenado.
Apenas barro, herida, fuego, crepúsculo, hielo.
Abandono. Ocaso.
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