La Grieta en Psicoanálisis: la necesariedad del no-todo.


¿De dónde surge este criterio -en el campo psicoanalítico- de que el analista debería ocultar su persona? Suele aparecer -ecolalia y magister dixit mediante- que la persona-analista debería no decir determinadas cosas frente al analizante... o esconderse si lo ve en un club o no saludarlo si se lo cruza en la calle. ¿De dónde surgen estas cuestiones que nos apartan de lo singular? De lo que se trata en un recorrido analítico es exactamente de lo contrario: de aceptar la grieta estructural del lenguaje; de la Estructura. De aceptar la división subjetiva; en definitiva: de aceptar la otredad o lo que Lacan llamó el No-Todo.

M. A. Pérez / VII.XXII

 

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