Formalización Versus Doxa/Opinión
1. El psicoanálisis no es cosmovisión, ni una filosofía, y mucho menos un arte. No entiendo por qué al analista le gusta tanto hacer cosmovisión de su oficio; y no entiendo por qué los programas y diarios y revistas llaman a psicoanalistas para que opinen de todo un poco. Nunca escuché a un matemático hablar de los problemas del amor; o a un cirujano cardiovascular hablar del conflicto entre los vínculos de las amistades… ¿Por qué el analista -más allá de por imagen, claro- pisa ese palito y supone que está autorizado a hablar de todo?
2. Que algunes lo usen al psicoanálisis como una cosmovisión; es otro tema. Freud lo utilizó como una cosmovisión: de hecho hasta hizo del Edipo algo universal e incluso construyó una teoría de creación de la civilización al mejor estilo antropológico. Yo mismo no puedo hablar de estas cosas sin recordar siempre que he comprado todos estos buzones. Porque hay que saber decir que uno pisó el palito, que se equivocó, para seguir investigando. Lo más fácil es sostener mitos; saberes. La investigación es otra cosa.
3. Escucho que los psicoanalistas siguen repitiendo ecolalias mitológicas en nombre de los Amos, que en general vienen con resonancias guturales francesas; y analistas que se jactan de analizarse en Paris una vez al año; cuando no en habitaciones de un hotel con parisinos que vienen a sacar provecho de algunes latinos un poco sugestionables. ¿Vamos a pensar que eso es análisis, que eso es un tratamiento? Se jactan citando frases que incluso el mismo Lacan nunca dijo (¿cuándo o en dónde Lacan dijo que el análisis se termina cuando el analizante se va? ¿Era un estúpido el franchute? En todo caso dijo que se podría decir que el analista puede escuchar que un análisis se termina cuando el paciente dice que está feliz... De todos modos, ¿Qué importa si lo dijo Lacan? Lo importante es justificar lo que decimos. Estudiar lógica, topología, nudos, mathemas... No le podemos seguir pidiendo todo a los Autores; al Otro... Con la ciencia no nos podemos permitir a ser mimosones y demandantes.
4. Se repiten en las aulas de Psicología estas ecolalias; lo repiten colegas que también son llamados a hacer entrevistas y notas en diarios; subidos al altar del Magister dixit -jactándose de sus títulos y honores- y después cuando uno les responden hablan de que les damos una clase magistral. Habría que ser más humilde, defenderse menos, y formalizar. El psicoanálisis si no es clínica, ¿qué sería? ¿Una teoría para salir en los diarios? El tema de la formalización en Psicoanálisis es necesario y urgente porque estamos sometiendo a cientos y cientos de colegas que se forman en universidades a repetir cientos y cientos de axiomas, consignas o premisas que no tienen ningún fundamento, ningún sustento, más que el magister dixit: lo dijo Lacan, lo dijo Mengano. O bien doxas u opiniones de gente que se cree autorizada porque hizo un par de doctorados. El conocimiento académico es un paso previo a la formalización, pero poco tiene que ver con la construcción de una ciencia. De hecho, incluso, no es lo mismo leer que estudiar. Y, como sabemos, gente que lee o que hace doctorandos leyendo mucho, hay por doquier. Estudiar y formalizar implican otro proceso. Sobre todo un proceso en donde la dimensión del Ego debe menguarse para poder dar prioridad a la comunidad y a la transmisión de la disciplina que no sólo pasa por aportar conocimientos, dar consejos, o seguir repitiendo el Caso de Dorita.
5. El analista debe ser un clínico que tenga muy presente, muy presente, cuando autoriza abrir y cerrar un análisis. Porque sino -insisto- aparecen estos análisis de dos días en Paris, o de cuarenta años interminables o aparece esta loca idea de que el psicoanálisis no cura. Se escucha en los controles que hay un vacío impresionante en relación a esto.
6. Es el analista el responsable de un tratamiento y el psicoanálisis CURA un síntoma. Por tanto, es el analista el que tiene de dar comienzo y final a un análisis. Esto no quiere decir que el paciente pueda irse por otras razones. Estoy hablando del lado, de la posición, del analista y de su responsabilidad y función.
7. Decir que un analizante puede hacer caer al analista y entonces terminar su análisis e irse es parisino, y lleva a pensar que también es el analizante el que autoriza a un analista. Es como pensar que para ser médico necesito que un paciente cardiopático o diabético me avale. Pero peor aún es confundir la persona del analista con su función. Un analizante puede tener su alta (porque su síntoma ha caído) y regresar en algún momento con el mismo analista, ya que la transferencia imaginaria puede no caer.
8. Las facultades de psicología, y algunas otras también, están repletas de tesis doctorales que no son más que literatura pura. En el mejor de los casos, poesía. No hay formalización por eso se siguen repitiendo cosas tales como: para ser analista hay que analizarse (les recuerdo que ni Freud ni Lacan tuvieron analista, Lowestein no era analista y por otro lado el psicoanálisis antes de Lacan era otra cosa); o el analista tiene que poner el real del cuerpo (y esto citando a Lacan cuando Lacan nunca dijo que el real sea eso); o cosas aún más estigmatizantes como que si el transexual no se opera entonces se psicotiza.
9. El vínculo entre analistas-amos y analistas en formación resulta muchas veces nefasto para formalizar una ciencia conjetural como es el psicoanálisis. Yo creo que todes somos analistas formándonos y que no hay pase [“me la paso pasando el pase” decía alguien que justamente lo inventó], y menos pidiéndoselo a un grupo de cinco autorizados por crear una Escuela o por los años de experiencia o por lo que sea.
10. Las facultades están aful de tesis doctorales de 500 hojas que no dicen nada. Kurt Gödel -un gigante de la lógica- hizo su tesis doctoral en 12 páginas y tenía 24 años. Dejemos de hablar de “la experiencia”, de los años… y de eso que es puro saber dogmático. Con la experiencia no se hace lógica… Es contra ese saber que trabaja el analista. Tener setenta años sentado en un sillón, haberse analizado con un parisino o escribir literatura casi fantástica no es hacer ciencia del psicoanálisis.
Marcelo A. Pérez
Formalizar u Opinar
VII.XXII