Heteronormatividad y Binarismo : prejuicios del analista.
El
objetivo del presente texto es reflexionar acerca del papel del psicoanálisis
en el abordaje de las múltiples posibilidades que existen para un sujeto en la
elección de objeto, en las identificaciones y en la construcción de su
identidad. Con la intención de exhortar a la escucha como principio
fundamental, al encuentro entre la palabra del analizante y la lectura del
analista, en busca del hallazgo de lo inconsciente.
En pleno siglo XXI se sigue escuchando en los analistas argumentos sobre la patologización de la homosexualidad como una perversión y la transexualidad como una psicosis. Desde mi perspectiva resulta lamentable la utilización del diagnóstico estructural como una etiqueta, que se implementa a diestra y siniestra sin que exista previamente la escucha del analizante. El psicoanálisis se ha estandarizado al punto de ser un símil de la psiquiatría, se ha elaborado un manual donde se asumen diagnósticos a partir de mecanismos como la desmentida y la forclusión, en base a las conductas sexuales, incluso a los síntomas. Aún más grave me parece seguir escuchando en las aulas donde se forman a los analistas del futuro frases como:
“el homosexual
pasivo al ser penetrado analmente elude su encuentro con la castración y evade
su angustia evitando por este medio la visualización de los genitales
femeninos”. Pareciera que este tipo de
interpretación, no alcanza el plano simbólico, aquí la ausencia de pene es la castración
y el falo es el pene, sugiere un adoctrinamiento en base al órgano y a los
genitales desde una literalidad donde la metáfora y la función no tienen cabida.
Freud (1905) nos heredó el primado fálico y Lacan le otorgo al falo un lugar, en
el sentido de no poder dejar de ser todo para el Otro, todo neurótico se
defiende de asumir su propia castración y no se diga sobre las defensas
implementadas contra el reconocimiento de la barradura del Otro (A), ¿Alguna
vez se vio el infans de otra manera que no fuese completo? Cualquier solución
que se adopte ya sea neurosis, fobia, perversión o psicosis serán modos de
posicionamiento ante la castración.
Volviendo
al tema dentro de la formación para ser analistas, existen los famosos
controles o supervisiones de caso, donde un maestro experimentado en la
clínica, realiza señalamientos técnicos a partir de la lectura del caso
clínico, en ocasiones estas supervisiones suelen ser colectivas. Por
experiencia propia en dichos controles este pensamiento predomina, en la
presentación del caso de un paciente -un hombre transexual- a quien me dirigía
con sus pronombres, la reacción inmediata por parte de quien supervisaba el
caso, fue de absoluto rechazo a mi forma de trabajar con él, bajo la premisa de
que “todo caso de transexualidad no es
más que una psicosis”, la respuesta
del analista fue que no podía creer que yo estuviese trabajando con el método
psicoanalítico una psicosis, con una actitud crítica argumento que peor aún era
él hecho de que yo me sometiera a llamar al paciente por sus “pronombres”
siendo que había nacido mujer y mucho menos podría seguir dicho análisis sin exigir
la medicación para él paciente , esas fueron las palabras a las que me tuve que
enfrentar, de quien esperaba aprender. ¿Qué nos depara entonces a los analistas
en un mundo contemporáneo, donde se adoptan otros posicionamientos ante la
sexualidad además del binarismo y la heterosexualidad, desde el colectivo
(LGBTIQ) lesbiana, gay, transexual, transgénero, transexual, bisexual, intersexual y queer? Koremblit, M.
(2012) Página 136 “Siempre estamos
expuestos al riesgo de pretender crear de manera supletoria, sujetos en serie,
según nuestros propios modelos e ideales. Esto tiene un plus agregado en cuanto
a suponer cómo la sexualidad debería ser, cosa que en realidad desconocemos”
Analistas
de renombre con un gran número de libros publicados aportan su granito de arena
a tal malentendido. Fink. B (2013) página 129 “En algunos otros casos de psicosis, vemos una tendencia al
transexualismo, a los pedidos habituales de operaciones de cambio de sexo, y a
la actividad homosexual” Freud consideró que la psicosis de Schreber era un
indicador de la defensa inadecuada contra la homosexualidad, pero Lacan sugiere
la feminización de Schreber se produce debido a la naturaleza misma de la
psicosis” Debemos aclarar que si bien ambos realizaron una lectura de este
famoso caso, Freud a partir de la defensa contra la homosexualidad y Lacan a
partir de la construcción de la metáfora delirante desde el registro de lo
imaginario y lo especular, no fue con la intención de hacer de esta lectura
sobre él caso por caso, una aplicación
tipo DSM-V, con los siguientes resultados: ante toda homosexualidad será
implementada una defensa y la transexualidad es una psicosis. Lacan (1972) en el seminario 20 Aún página 52
“El hombre, una mujer, dije la última
vez, no son más que significantes. De allí, del decir en tanto encarnación
distinta del sexo, toman su función” La sexualidad tiene que ver con un
aparato discursivo y la sexuación con un aparato lógico, por lo tanto, estar
ubicado en el lugar hombre, o en el lugar mujer no depende de los genitales.
Fink.
B (2013) página 143 en el apartado que titula Del padre a lo peor “Es cada vez más frecuente que mujeres
solteras tengan hijos deliberadamente y que rechacen ostensiblemente la
importancia de la triangulación, cada vez más parejas de lesbianas crían niños,
aparentemente eludiendo o desestimando la importancia del padre. Combinada con
el aumento de hecho en la tasa de divorcios y el consiguiente incremento de la
cantidad de niños que son criados solamente por sus madres, en parte alentados
por ciertos discursos feministas modernos, la función paterna parece estar en
riesgo de extinción en ciertos medios sociales”.
Volvemos al mismo punto sobre las lecturas
literales, el falo como pene y la función paterna como padre real. La función paterna, como su nombre lo dice, es
una función misma que puede ser realizada por un abuelo, un hermano, la madre,
un tío. La función paterna implica la interdicción de la metáfora paterna por
encima del deseo de la madre, el más allá del hijo puede ser alojado en una
madre soltera que busca en su círculo feminista algo que no encuentra en el
hijo y que nadie tiene. Lacan en el seminario 3, en la clase 25, el 4 de julio
de 1956, titulada el falo y el meteoro señala página 453 “Todo debería suceder a nivel de una función mediadora del falo. Ahora
bien, la pareja en cambio se encuentra en una situación de conflicto, incluso
de alienación interna, cada quien por su lado. ¿Por qué? Porque el falo, si me
permiten la expresión, se pasea. Está en otro lado. La única función del padre
en el trío es representar el portador, el que detenta el falo. El padre en
tanto padre tiene el falo: y más nada.
En otros términos, es aquello que debe existir en la dialéctica
imaginaria, para que el falo sea otra cosa que un meteoro”.
Quisiera
recordar dos frases de Lacan para tener en cuenta en el dispositivo, la
contratransferencia no es más que la suma de los prejuicios del analista y el
analista sin duda dirige la cura, pero no debe dirigir al paciente. Por tanto,
ambas premisas sugieren, tener cuidado con el deseo de analista, ¿qué quiere mi
analista de mí? Se preguntará el analizante, la neutralidad habilitará, un
lugar que permita el encuentro con el sujeto del inconsciente. Pero si el
analista trabaja según su propio modelo ideal, donde la heterosexualidad es lo
normal, y la identidad debe ser equivalente a los genitales, años y años de
escritos psicoanalíticos terminaran en una lectura reduccionista donde la suma
de los prejuicios del analista, instalen el saber y verdad sobre la sexualidad.
En el psicoanálisis de Lacan el saber esta en falta y
la verdad está en la singularidad. Koremblit, M. (2012) página 128 “El posicionamiento
sexual deberíamos pensarlo en relación a la castración y en la aceptación o no
de la misma, y no en base a conductas sexuales, cuyo significado siempre
enigmático, habrá que incluir dentro de una trama significante” Recordemos
entonces que la heterosexualidad o la identidad y expresión de género que
coincide con el sexo biológico, no son un indicador de salud mental, un manto sagrado
en donde la psicosis no aparece, y mucho
menos un lugar donde la castración se ha asumido por estas causas, son
simplemente posicionamientos en la elección de objeto, en las identificaciones
y en la construcción de la identidad. Exhorto entonces a los colegas psicoanalistas
a escuchar el discurso del analizante, antes de etiquetarlo por su elección de
objeto, sus identificaciones o su identidad sexual, para explorar en la cadena
significante, la metonimia del deseo. Debemos ocupar el lugar de objeto a, agujerar
al yo producir esa hiancia, para donarle al paciente el lugar donde se
encuentre con la falta-en-Ser y no taponear esa falta con un diagnostico donde
le digamos quién es.
Mariana Mayela Toledo Salcedo
La heteronormatividad y el binarismo: la suma de los prejuicios del analista.México, Mayo - 2021
doctoramayela@gmail.com
Inédito para el Blog PsicoCorreo.
Gracias Mariana por este Escrito necesario.
Bibliografía
Freud (1901-1905) Tres ensayos de teoría sexual y otras obras, Fragmento de análisis de un caso de histeria. Volumen VII. Obras completas. Traducción José Luis Etcheverry. Buenos Aires &Madrid: Amorrortu Editores 1994. PP.123-188.
Fink B (2013) Introducción clínica al psicoanálisis Lacaniano. Teoría y técnica. Editorial Gedisa. México.
Koremblit, M. (2012) La sexualidad
adolescente y su época. Psicoanálisis
- Vol. XXXIV (1), 121-138 Recuperado de http://www.psicoanalisisapdeba.org/wpcontent/uploads/2018/05/Koremblit.pdf
Lacan, J., (1955-1956) El Seminario 3, Las psicosis. Paidós, Bs. As., 2002. Pp 452-453
Lacan, J (1972-1973) El Seminario 20 Aun. Paidós, Bs. As., 2002. Página 52