Pandemia ◇ Psicoanálisis
Si bien
(a)travesamos por un momento de excepcionalidad mundial, con medidas
restrictivas de circulación ciudadana, actividades esencializadas, y/o
aislamientos preventivos, nada de esto dice algo (o tal vez sí). Reflexiono
entonces, desde qué epistemología se
pueden escribir o formalizar efectos (ánimicos) negativos o adversos
universalmente válidos en un segmento poblacional determinado. Afirmando de
este modo que el Universal: Pandemia COVID-19 afecta al particular: ciudadanos
confinados en sus hogares o trabajando es su esencialidad. De no poder formularse,
la base argumentativa sería el ideal social (occidental). Un modo intuitivo de
construir afirmaciones o ideas no refutables.
El título que
lleva este escrito es la hipótesis de trabajo. Desde el Campo del Psicoanálisis
y la propuesta de Lacan la letalidad es de la pandemia, en tanto se lea como
significante. Para ello se realizará un breve recorrido por conceptos
psicoanalíticos tomados como argumento y que, a su vez, encausen algunas
reflexiones. El 27 de Mayo
de 1964 en el Seminario 11 “Los cuatro conceptos fundamentales del
Psicoanálisis” Lacan explícitamente hace mención al efecto mortífero del
significante en la causación del sujeto de lo inconsciente.
“La afanisis empero,
debe situarse de manera más radical en el nivel donde el sujeto se manifiesta
en este movimiento de desaparición que califique de letal. También en otra
forma, denominé este movimiento el fading del sujeto".
La
letalidad del significante opera -en el sujeto- a través de dos conceptos
inéditos en Psicoanálisis a partir de Lacan. Alienación y separación permiten
desarrollar, entre otras cosas, la falta (en ser) en el sujeto ($) y en el Otro
(A) y cómo, a través de la superposición de ambas, el sujeto puede ser
rescatado de dicho asesinato ubicándose como objeto (a) en el Gran Otro ($ ◇ a).
Es
pertinente destacar que: la palabra mata a la cosa no implica la existencia de
la cosa en sí, sino (a) la naturaleza significante y discursiva del humano. De
allí el hablante ser. Primero el significante, es decir, no hay de lo
pre-discursivo.
El
lenguaje no traduce, nombra u ordena los fenómenos en el tiempo. Sino, por el contrario,
genera tales órdenes. Se supone
entonces la sincronía del significante y la diaconía del significado. La batería significante esta desde el vamos en los sedimentos de saber del Otro. Dirá
Lacan en La cosa freudiana o el sentido del retorno a Freud:
“La primera red, la del significante, es la estructura
sincrónica del material del lenguaje en cuanto que cada elemento toma de ella
su empleo exacto por ser diferente de los otros; tal es el principio de distribución
que es el único que regula la formación de los elementos de la lengua en sus
diferentes niveles, desde la pareja de la oposición fonemática hasta las
locuciones compuestas, de las que desentrañar las formas estables es la tarea
de la más moderna investigación. La segunda red, la del significado, es el
conjunto diacrónico de los discursos concretamente pronunciados, el cual
reacciona históricamente sobre el primero, del mismo modo que la estructura de
éste gobierna las vías del segundo. Aquí lo que domina es la unidad de
significación, la cual muestra no resolverse nunca en una pura indicación de lo
real, sino siempre remitirse a otra significación. Es decir que la
significación no se realiza sino a partir de un asimiento de las cosas que es
de conjunto”.
A fines
netamente de transmisión y organización en el texto se ubican dos subtítulos en
referencia a los conceptos de alienación y separación. Desde la teoría
psicoanalítica son dos caras de la misma banda, lejos de establecer una lógica
temporal intuitiva.
La bolsa o la vida (《》; ◇ )
Alienación de
(a)lienare -pérdida de identidad- y (a)lienus -ajeno
perteneciente a otro-, se escribe lógicamente a través del vel alienante ◇ una disyunción lógica gramatical que conlleva
como tal una pérdida ineludible. El S1 aporta el ser a costa de la pérdida de sentido.
Mientras que el sentido en el campo del Otro, otorgado por el S2 pierde esa
porción de sin sentido, lo Inconsciente. Se concluye entonces que lo
inconsciente se lee como un borde a efecto de articulación significante ($), ni
el ser, ni el sentido (el sin-sentido), ni S1 – ni S2.
“La bolsa o
la vida". El “o" implica en ambas elecciones, la muerte. O
la vida (sin bolsa) o la bolsa (sin vida). De esto se trata lo mortífero del
significante.
Para sustentar
científicamente el concepto de alienación/separación Lacan también se vale de
la teoría de conjuntos (Diagramas de Venn). En alienación la operatoria
conjuntiva es la reunión. Si el conjunto A tiene como elementos: {1, 2, 3} y B:
{3, 4, 5}. La reunión de ambos conjuntos daría como resultado; A U B = 1, 2, 3,
4, 5. De 6 elementos, quedan 5. Uno de ellos (3) indefectiblemente se pierde.
El sujeto aparece
entonces donde desaparece (fading), es decir, carece de ser. No es ni S1 ni S2.
El efecto de significación es la articulación (de) significante($). La canónica
definición lacaniana; un significante es lo que representa a un sujeto para
otro significante. A diferencia del signo -según Pierce- aquello que representa
algo para alguien y que habilita la comunicación.
Separar-se(r)
(《》, ; $ ◇ a):
La operación
conjuntiva de la cual se vale Lacan en la argumentación teórica del concepto de
separación es la intersección. En el ejemplo anterior, la intersección de los
conjuntos A y B da por resultado 3. El elemento que se superpone en ambos
conjuntos y se ubica en el centro de la lúnula, es el número 3.
Ahora bien, separación
nada tiene que ver con ser parido o
nacer por fuera del Otro, por el contrario, el concepto de separación refiere
al modo a través del cual el sujeto es rescatado de la mortandad significante
al ser ubicado como objeto (a) en el campo del Gran Otro. La intersección de
elementos soporta la idea de la superposición de la falta del sujeto ($) y del
Otro (A/).
Tampoco
refiere a un tiempo posterior al de la alienación, dado que el sujeto nace
asesinado por el significante. Por el contrario, es por el fantasma ($ ; ◇ a) que el ($)ujeto puede escribir su historia particular. En “Posición del
Inconsciente” (1960-1964), Lacan explícitamente desarrolla el movimiento
por el cual el sujeto opera con su falta y la del Otro.
“Separare, se parare: para guarecerse del significante
bajo el cual sucumbe, el sujeto ataca a la cadena, en su punto de intervalo. El
intervalo que se repite, la más radical estructura de la cadena significante,
es el lugar frecuentado por la metonimia, vehículo, por lo menos eso enseñamos,
del deseo.
Lo que colma así no es la falla que encuentra en el
Otro, es en primer lugar la de la pérdida constituyente de una de sus partes, y
por lo cual se encuentra en dos partes constituido. Aquí yace la torsión por la
cual la separación representa el regreso de la alienación. Es que opera con su
propia pérdida, que vuelve a llevarlo a su punto de partida".
Entonces:
Retomando el
encabezado del texto, lo Universal es (la estructura) el lenguaje y lo
particular; el fantasma. Siendo este último la posibilidad de sobrevivir a la
naturaleza mortífera del significante. ¿Qué nexo se establece entre lo
universal y particular entonces?, la falta en la estructura.
En análisis,
el trabajo consiste en leer algunas palabras resonantes como, en el mejor de
los casos, significantes, carentes de ser, de identidad y significado unívoco
(per se). Establecer hipótesis o conjeturas a través de una lectura de lo inconsciente
en tanto texto en el cual el autor es el lector (analista/analizante, $ - A/,
S1 - S2). Magistralmente Lacan lo expone en el Seminario 20, Encore:
“Hago observar que el Inconsciente, yo no entro allí,
como Newton sin hipótesis: la hipótesis de que el individuo que está afectado
por él, por el inconsciente, es el mismo que constituye lo que yo llamo el
sujeto de un significante, lo que yo enuncio bajo esta fórmula mínima de que un
significante representa a un sujeto para otro significante.
Yo reduzco, dicho de otro modo, la hipótesis según la
formula misma que la sustantifica a esto: que la hipótesis es necesaria al
funcionamiento de lalengua.
¿Qué es la
pandemia? ¿El COVID – 19? ¿El aislamiento? ¿Quedarse en casa equivale a estar
aislado? ¿Qué son los tiempos de pandemia? ¿Hasta qué punto (se suponen)
afecciones en lo cotidiano como efecto general del aislamiento? ¿Qué (no) es lo
normal?
El sujeto, responderá
con lo que tiene a mano, su posibilidad; $ <> a. ¿Qué lugar ocupo en el
deseo del Otro? ¿Puedo ser (a)mado, dese(a)do o
dem(a)ndado? El sujeto nace entonces aniquilado por la batería significante y
encuentra como modo de-ser, en la superposición de su falta y la del Otro, ser (justamente)
tomado como objeto en la historia (particularmente) fantasmática. “Justo ahora que me había decidido a
terminar la secundaria, se para el mundo por una gripe", “cuídate, hacelo por tus hijos, por tu
familia", “si sale todo bien después de esto, me pongo las pilas y
formalizo". Así como también, un modo de respuesta que intenta
des-hacer ese Otro en falta. De allí la multiplicidad de dioses venerados,
entre ellos; la OMS, la psicología y sus tips
covideros, medios de prensa, etc.
La ineludible,
insoslayable e indefectible letalidad en el lenguaje hace de la teoría del significante
una apuesta de trabajo y (por qué no) de investigación permanente. Una
herramienta clínica y epistemo-ética imprescindible. Lo inconsciente es entre
el sujeto y el Otro su corte en acto. Pensada
la estructura en tanto mixtura de Otredad.
Sin embargo
se lee un contundente rechazo en una amplia mayoría de analistas que trabajan
desde y hasta lo imaginario. Es decir, homologando el significante a una
representación, como testigo de algún hecho energéticamente traumático. La
pandemia encaja en el sentido más intuitivo y lato del término, desde la
psicología y algunos analistas, como un factor (potencialmente) traumatizante,
desnormativizador. De allí a construir (sesiones on line de por medio) una nueva-normalidad; “shock pandémico",
“recursos disruptivos para adaptarnos", “vivir sobre-adaptándote", “el
virus en tanto encuentro con un real del cuerpo", etc.
Ahora bien,
como analistas y desde lo propuesto durante más de 50 años por el maestro
francés, ¿qué es normal? ¿Pandémico? ¿Es viable una clínica basada en
parámetros de adaptación? ¿Es el inconsciente una entidad de trabajo anímico
autónomo o un borde vacío en el intervalo S1 - S2? ¿El analizante (vía
asociaciones libres) allana el camino para el encuentro con su propio deseo o
el deseo es (deseo) del Otro? ¿La angustia es sin o no sin el objeto (a)? y,
redoblando la apuesta, ¿qué es el psicoanálisis? Una pregunta
latente que puede hacer de interlocución dentro del campo de trabajo
psicoanalítico con disciplinas afines. Y, a su vez, promover una formación e
investigación permanente por fuera del retorno constante al Padre.
Fabrizio Salerno
El factor letal de la pandemia
Inédito para PsicoCorreo
Instagram: @fabriciosalerno
Facebook: Fabricio Miguel Salerno
Fuentes:
Ø
Lacan, J. (1955). La cosa freudiana, o el sentido
del retorno a Freud en psicoanálisis. Escritos
1. Ed. SXXI. Buenos Aires (2011).
Ø
Lacan, J. (1960). Posición del Inconsciente.
Escritos 2. Ed. SXXI. Buenos Aires (2014).
Ø
Lacan, J. (1964). Los Cuatro Conceptos
Fundamentales del Psicoanálisis. El seminario 11. El Sujeto y el Otro: la
Alienación. Ed. Paidos. Buenos Aires (2011).
Ø
Lacan, J. (1973). Seminario 20: Encore. Le
rat dans le labyrinthe. Versión Crítica de Rodríguez Ponte, R. para la
EFBA. Buenos Aires
Ø
Safouan, M. Lacaniana 1. Biblioteca fundamental de
las ciencias de la psicología. Ed. Paidós. Buenos Aires (2015).
Artes Visuales:
Ila Coronel, Ecuador
Agustino Mercado, Argentina
Eduardo Longoni, Argentina
FUENTE:
Pequeñas Anécdotas sobre la Cuarentena
[ Fotolibro de diversos autores]
Ediciones Bexfotografía, Bariloche, Argentina
Producción y Edición: J. Piccini y V. Moreno