Lacan: Artificio Analítico y Semblante.



Para decir las cosas, tras este repudio del «je souis», me divertiré diciéndoles que este nudo, hay que serlo. Entonces, si además agrego lo que ustedes saben después de lo que he articulado durante un año, sobre los cuatro discursos bajo el título «El revés del psicoanálisis», no es menos cierto que del ser, es necesario que ustedes sólo hagan el semblante. ¡Eso sí que es astuto! Y es tanto más astuto en la medida en que no basta tener una idea de ello para hacer semblante.

No crean que tuve yo la idea. He escrito «objeto a». Es totalmente diferente. Eso lo emparenta con la lógica, es decir, que lo torna operante en lo real a título del objeto del que justamente no hay idea, lo cual, es necesario decirlo, era hasta el momento un agujero en toda teoría, sea cual fuere el objeto del que no hay ninguna idea. Es lo que justifica mis reservas, las que hice hace un momento con referencia al presocratismo de Platón. No que él no haya tenido el sentimiento de ello. El se sumerge en el semblante sin saberlo. Estaría obsesionado por él, sin saberlo. Sólo quiere decir una cosa; él lo siente, pero no sabe por qué es así. Y de allí surge ese «in-soporte», ese insoportable que él propaga.

No hay un solo discurso donde el semblante no conduzca el juego. No vemos por qué el último en llegar, el discurso analítico, escaparía a ello. No obstante, no es una razón para que en este discurso, so pretexto de que es el último en llegar, se sientan incómodos hasta el punto de hacer de él, según el uso en el cual se hunden sus colegas de la Internacional, un semblante más semblante que lo normal, ostentoso.

Recuerden, con todo, que el semblante de lo que habla como tal, siempre está allí en cualquier tipo de discurso que lo ocupa; es incluso una segunda naturaleza. Entonces relájense, sean más naturales cuando reciban a alguien que viene a pedirles un análisis. No se sientan tan obligados a mostrarse de cuello duro. Incluso como bufones, que están justificados en ser bufones. No tenían más que mirar mi "Televisión". Soy un payaso. Tómenlo como ejemplo, ¡y no me imiten! La seriedad que me anima es la serie que ustedes constituyen. No pueden a la vez estar en ello y serlo.

Jacques Lacan
[Paris, 1901/1981]
La Tercera, fragmento.
VII Congreso Esc. Freudiana de Paris
Roma, 1974.
Artes Visuales:
Remedios Varo
[Anglès, 1908 / México, 1963]

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