El Dispositivo del Pase / Roberto Harari
Dice
Lacan “Sobre la Experiencia del Pase” en
"Lettres de l'Ecole freudienne", Nro. 15, 6/1975: “Habría que saber reparar en las cosas de
las que no hablo: nunca hablé de formación analítica, hablé de formaciones del
inconsciente. No hay formación analítica. Del análisis se desprende una
experiencia, a la que es completamente errado calificar de didáctica. La
experiencia no es didáctica. ¿Por qué creen, si no, que procuré borrar por
completo el término "didáctico", y que hablé de psicoanálisis puro?”
Texto que finaliza con su famoso apotegma: “Pues
bien, aquí estoy, con los deterioros a cuestas. No es más inútil por eso, pues
como se me hizo notar, si hay alguien que se lo pasa pasando el pase, ése soy
yo.”
Cuando
Lacan rompe con la IPA (en Argentina, la APA) instituye las sesiones escandidas
(el tiempo es lógico del sujeto, no cronológico) así como también la
variabilidad de la cantidad de sesiones semanales (para la IPA eran 3 por
semanas como condición sine qua non)
sin otorgar un parámetro general ya que el psicoanálisis es el caso por caso.
También nos recuerda que “todo psicoanálisis es didáctico” porque, justamente,
no hay “didacta”. Hay experiencia analítica.
Sin
embargo muchas Escuelas de Psicoanálisis actuales (que obviamente no dependen
de la IPA) han introducido paulatinamente el llamado PASE que, a la vez,
instituye per se los significantes
A.M.E. o A.E. (detrás del apellido) a los analistas de dichas Escuelas. Muchos
otros analistas creemos (en congruencia con la enseñanza de Lacan que
justamente trata de cuestionar Ideales fijos y discurso Amo) que el pase (si
bien fue un recurso interesante y hasta necesario para organizar la política
psicoanalítica en ese contexto de ruptura) sigue siendo una paradoja: “Le pido a un Otro que me diga que el Otro
no existe.” O -más allá de todo sarcasmo- reivindica no sólo el estatuto
rígido, consistente y mítico del Otro, sino que vuelve a jerarquizar lo que los
mismos analistas critican (postgrados universitarios de psicoanálisis, por
ejemplo) pero con otra tonalidad legal. Es cierto que Lacan lo inventó. Es
cierto que era necesario un esquema organizativo. Pero también Lacan recordó: “No me imiten”.
En
relación con esto, me permito citar un extracto de una entrevista a Roberto
Harari (el subrayado en negrita es mío) donde planteaba estas
cuestiones.
MAP / V / 2015
MAP / V / 2015
Gerardo Herreros: Viene de la universidad?
Roberto Harari: Si, prácticamente. En
apariencia, comienza por el lado de la enseñanza, pero nos seguimos planteando
la cuestión del análisis del analista, si hacer o no una escuela tipo programa
de formación, con seminarios clínicos. Fuimos resolviendo sobre la marcha.
Evidentemente es el funcionamiento el que va dictando la normativa, y siempre
hay un real que se escapa a las previsiones imaginariamente simbólicas respecto
de las reglamentaciones. De ahí vienen las idas y vueltas. Pero
había algunos principios que hacen al espíritu, y creo que se mantuvieron, y
perduran después de casi 25 años, en Mayéutica.
Los puntos serían: la seriedad del trabajo, el no eclecticismo – ahí, si
alguien va, sabe que va – y ciertos principios importantes como, por ejemplo,
no obligar a nadie a analizarse con determinadas personas, instalar de
"hecho", y no de derecho, la obligación de analizarse, en función del
trabajo interno. Y desde aquél momento, en adelante, en consonancia con lo que
Lacan ya introducía en el 78, tomar
distancia del llamado procedimiento del pase. No practicarlo y mostrar las
impropiedades, en particular de lo que se llama el testimonio del analista.
Tengo varios escritos sobre esto. El primer punto es que un análisis, como
dicen aquí en Brasil, "ben sucedido", se olvida. Por lo tanto ¿de qué
se va a dar testimonio? Esto pasa en la experiencia clínica, cuando un
analizante pregunta "qué pasó?, se acuerda cuando yo le decía aquello
de...? Qué pasó? Cómo fue eso?". Uno podría decir que en el caso de un
análisis de un analista, va a estar más advertido. Pero ¿qué significa esto? ¿Que
tiene que andar con una especie de superyo vigilante que esté advertido de cómo
se van dando las modificaciones en análisis? Así no funciona un análisis. Esa
especie de desdoblamiento imaginario al infinito. Ese punto me parece
decisivo. Y además cuestiones respecto del poder, de quien pasa o
no pasa, etc. Lo que pasó en
Argentina desvirtúa, a mi modo de ver, lo que Lacan dice. No es porque alguien
que hace el pase pasa a ser analista, sino que da cuenta – se supone, con las
salvedades que yo hago – de su fin de análisis. Pero el tipo que es reconocido como analista lo es por un jurado que,
en el mejor sentido de la palabra, designa a dedo. Por supuesto, puedo
decir: por las pruebas que ha dado, por su trayectoria, etc. En función de todo
eso puedo decir propongo que fulano sea analista. Y eso no tiene nada que ver
con el pase.
Gerardo Herreros: Las cuestiones de grado no están instituidas.
Roberto Harari: Exactamente. No deja de tener sus dificultades, pero las
preferimos, porque dificultades hay siempre como cada vez que hay relación
entre hablantes. Pero parece que esto apacigua mas que los efectos que se ven
del pase en otras instituciones
Gerardo Herreros: En relación a eso, Nasio, que también se opone al pase,
habla de "pase al poder".
Roberto Harari: Es un aspecto más tradicional, muy citado – ayer Robert Lévy
le dio una vuelta muy interesante - la frase de Lacan "yo me la paso
haciendo el pase". Robert decía que eso lo hace cada analista con cada
analizante. No solamente dando el seminario, como decía Lacan – era medio
alegórico, decía "estoy en posición analizante" porque hablo y Uds.
escuchan, pero nadie lo interpreta, no está el dispositivo analítico, es una
alegoría que estaba como analizante; porque asociaba? Bueno, pero asociaba a
partir de un texto riguroso que preparaba. Lo de Robert es interesante porque
coloca eso de pasar el pase todo el tiempo. Otro tema: se pasa de una
vez para siempre? Es un campo que se pierde, el nuestro. Es muy fácil ser
psicoterapeuta, seguir la semántica. Es muy fácil hacerse amigo, amante, de
nuestros analizantes. Yo no sé, si alguien pasa, que pasó. Yo creo que
se generó un cierto achanchamiento. No sé si un pase al poder – es una lectura
interesante de mi amigo Nasio – pero agregale también esta otra: como un
quedantismo. Que pasaría si esos grados fueran transitorios, vencibles y
eventualmente renovables. Uno tendría que pasarse dando pruebas.
Gerardo Herreros: En ese sentido tengo dos preguntas. La primera: ¿Cómo pensás
la cuestión de la garantía en relación al analista? ¿Quién dice este es
analista?
Roberto Harari: Autorización, de acuerdo a la famosa frase de Lacan – se
tuvo que retractarse luego, con un agregado – ese tipo de salidas de Lacan que
yo llamo de barricadas, donde gatilla, repentinamente, una contraseña
semántica, un aforismo de esos que impactan, que uno no se los olvida mas, y
que después uno repite como lorito - porque tiene un efecto de trauma, y el
trauma, uno lo tiene que repetir – entonces ese sí mismo, o por si mismo, de él
mismo – vienen todas esas volteretas – y que Lacan - para no caer en la
aberración en la que cayó acá este grupo evangelista brasileño, para no tener
que caer, no digo el autodidactismo, pero alguien un buen día decide ser
analista, pone un diván y dice soy analista, se autoriza – y la vuelta que le
demos al se autoriza en las formaciones de su inconsciente en su propio
análisis tampoco fue suficiente – 7 años después Lacan tuvo que decir "y
por algunos otros".
Es un agregado, son dos tiempos. Ese agregado es, creo, porque
captó los efectos devastadores de esa primera propuesta de barricada. Entonces
este "algunos otros" no es cualquier "otros". Ni dice
"todos" los otros, ni dice todos los analistas. Son algunos, que son
los de la institución donde el analista da sus pruebas. Estoy
absolutamente de acuerdo en que tienen que ser las instituciones. No digo que
no tenga que haber un método canónico, pero que el Estado lo regule es
absolutamente aberrante, porque como va, el Estado, a legislar acerca del
análisis del analista.
Y el otro riesgo es la proliferación de postgrados y maestrías que
de modo equívoco – yo estoy a cargo de una de ellas en este momento, estoy muy pendiente
de estas circunstancias, en la Universidad de San Luis – se puede suponer dan
títulos habilitantes de psicoanalista. Son títulos académicos. Pero esta
explosión, últimamente de maestrías y doctorados...
Gerardo Herreros: .. Una tendencia a la autorización por la universidad?
Roberto Harari: Exactamente. Entonces el Estado podría delegar en la
Universidad, la dación de un título de psicoanalista. Bueno, ahí creo que se pierde
el psicoanálisis, porque si se cae en eso...
Roberto Harari
[ Buenos Aires, 1943, 2009 ]
Entrevista de Gerardo Herreros.
Para Acheronta, Revista Virtual de Psicoanálisis.
Convocados por Reunión LacoAmericana. Recife, Brasil.
[ Buenos Aires, 1943, 2009 ]
Entrevista de Gerardo Herreros.
Para Acheronta, Revista Virtual de Psicoanálisis.
Convocados por Reunión LacoAmericana. Recife, Brasil.