Narciso.
Dejas caer tu rostro cadavérico
A un petrificado espejo erecto
Que ahoga tu deseo coagulado.
Arco iris cautivado en el hechizo
Autista fascinado en el engaño
No hay símbolo ni pacto que custodies
Ni transforme tus caprichos anhelados.
(Trémulo bebé, y tempestuoso,
No adviertes que el reflejo es hoy tu espada.
No adviertes que el reflejo es hoy tu espada.
Apenas sostienes ya tu imagen que te absorbe
Y juegas a arriesgar el todo o nada.)
Sometido a tortura encarnecida
Te rige el desafío y la soberbia.
No hay caudal de lágrimas que cedas
Ni el peso de tu herida te atraviesa.
Mármol esférico de pura cáscara incólume
Derrochas el tiempo en competencia vana.
Con codiciosa y egocéntrica sordera
Arrasas la cadencia y el poema.
MAP
Narciso