La música de Dios.










“¿Qué era eso?”
“No lo sé.”
Se le iluminaron los ojos.
“Cuando no sabes lo que es, entonces es jazz.”

(…)

Tocábamos tres, cuatro veces al día. Primero para los ricos de la clase de lujo, y luego para los de segunda, y de vez en cuando íbamos donde estaban aquellos pobres emigrantes y tocábamos para ellos, pero sin uniforme, tal como íbamos, y de vez en cuando tocaban ellos también con nosotros. Tocábamos porque el océano es grande y da miedo, tocábamos para que la gente no notara el paso del tiempo, y se olvidara de donde estaba, y de quién era. Tocábamos para hacer que bailaran, porque si bailas no puedes morir, y te sientes Dios. Y tocábamos ragtime, porque es la música con la que Dios baila cuando nadie lo ve.
Con la que Dios bailaría si fuera negro.


Alessandro Baricco
[ Turín, 1958 ]
Novecento. Fragmento.
Ed. Anagrama, Barcelona, 2015.
Artes Visuales:
Justyna Kopania
[ Varsovia, Polonia ] 

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