Poema - Alhaja










I

Noble platino, sediento oro, dúctil plata.
La caldera te aguarda con su boca de lumbre y fuego.
Arden como los enamorados, o los palomos en los campanarios.
Se diluyen, ciegos y serviles, como la cera y el viento.
Moldeables al áspero compás que pule incesante
Su escrupuloso trazo hendido en el futuro.
Con manos sedosas y amalgamas sonoros
El cónico mandril atestigua la justa medida.
Una lámpara fiel pregona la fatigosa sombra
Del mineral arcaico que serás y que eres.

II

El Persa y el cobre fueron tus testigos,
Y en el árabe habita tu etimología.
Un punzón peregrino cala tu sinuosa gema,
E iglesias y castillos velan tu esmaltada gloria.
Novicia de la esteca y de los griegos,
Como Polícrates celas tu arrogante anillo.
Pero no eres más que frugal y roja sepultura.
Al antiguo borde y tu cansada orilla
Calas cíclicamente con voraz dentadura y sueñas un
Baudelaire que a su vez te ha imaginado poema.

III

Hubris del moderno imperio sin pluma ni morada,
Tal vez intuyas harto más de tu estirpe que el grafito.
Eres, como el humus, puro agalma de nube. A veces reliquia,
En ocasiones símbolo. Otras, crédula vacuidad.
Escondes un cifrado sello que ha querido
Ser huella de una declaración humilde y sublime.
Pulido metal faenado de poemas y guijarros,
Anhelas con ser más pulcro y quizás menos pétreo.
Gemelo a tu padre que te custodia y te sueña,
Te diluyes en cenizas, como las promesas y el tiempo.

MAP
Alhaja
02 – VIII - 2016
ARTES PLÁSTICAS:
Sofía G. Ruiz
[ Madrid, 1967 ]
Pan de oro, plata, cobre y óleo sobre lienzo.

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