Cummings / Frost / Zanetti









uno no es la mitad de dos. Es dos que son mitades de uno:
reintegrando esas mitades, no resultará
la muerte o alguna cantidad; sino algo verdadero
y mayor que las máximas cifras enumerables

atiende, omitiendo la milagrosa estela,
esta simple verdad: cuidado con los sin corazón
(dado un escalpelodiseccionan un beso:
o, vendida la razón, insueñan un sueño)

una es la canción que ángeles y demonios cantan:
todas las mentiras asesinas dichas por mortales suman dos.
Que se marchiten los mentirosos, devolviendo a la vida lo prestado;
nosotros (por un don llamado muriendo nacer) debemos crecer

profundos en la mínima oscuridad, recordándonos
que el amor sólo conduce su año.

Perder todo, encontrarlo entero.

Edward E. Cummings[ Cambridge, 1894 / Conway, 1962 ]lo-que-sea aparece. XXV.




Uno de mis deseos es que aquellos árboles oscuros,
Tan viejos y firmes que la brisa apenas los penetra,
No fuesen la máscara de una penumbra discreta,
Estiradas sombras, lejos al borde del destino.

No he de ser retenido, pero en ese algún día,
En su inmensidad debería escabullirme,
Intrépido, buscando incesante la tierra abierta,
O el sendero donde la rueda lenta vierte arena.

No veo por qué yo debería volver,
O por qué los otros mis pasos deben rastrear
Para alcanzarme, pues deberían extrañarme,
Sabiendo largo tiempo que todavía los amo.

No me encontrarían distinto del que supieron contemplar,
Sólo más seguro de que aquello que pensaba era verdad.


Robert Frost[ San Francisco, 1874 / Boston, 1963 ]Into my Own. [ Hacia mi mismo ] 

ARTES PLÁSTICAS:
Eugenio Zanetti
[ Córdoba, Arg. 1946 ]

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