Freud con Lacan: El resto imposible de simbolizar.
"Y hasta pareciera que analizar sería la tercera de aquellas profesiones "imposibles" en que se puede dar anticipadamente por cierto la insuficiencia del resultado. Las otras dos, ya de antiguo consabidas son: el educar y el gobernar."
FREUD S.; Análisis terminable e interminable.1937 / Amorrortu, V. XXIII, Cap. VII
¿Qué es lo imposible? ¿Qué significa
asumir lo imposible? Es estar advertido profundamente de que no se puede, por
ejemplo, gobernar sin resto. Que se gobierna, porque desde ya que hay que
gobernar, pero hay algo ingobernable en lo real.
Que se educa, que no se puede no intentar
educar, y el discurso universitario tiene entonces una función irreemplazable,
pero no se puede educar todo lo real, dado que este resiste a una totalizaron
de su educabilidad.
Que se analiza, claro que si, pero no sin
dejar un resto, que escapa a la captura del análisis. Lacan nombra
"real" a ese resto que escapa a toda captura discursiva.
Entonces, los cuatro discursos operan cada
uno un atesoramiento precioso de una imposibilidad específica. Por lo cual no
podría pensarse ninguna prevalencia de uno sobre otro. Cualquier discurso, dado
que el sujeto necesariamente rota por los cuatro, es guardián de un imposible.
Lo que es indicio de flexibilidad
subjetiva, lo que es indicio de que alguien ha pasado al menos algunas vueltas
importantes en su análisis, es que pueda rotar de un discurso al otro. Que pueda gobernar, que pueda enseñar, que
pueda analizar y también que pueda hacer desear, en las ocasiones en que la
vida le reclame una de estas tareas.
Como sólo el verbo garantiza al ser, esto
es, el cogito hace al sum, las ciencias naturales recibirán un
impulso de crecimiento enorme, logrando hazañas impensables. Desde el formidable
aumento de la expectativa de vida hasta la proeza de la llegada de los cohetes
a la luna. Y esto debido a que la naturaleza, antes enigmática, podrá ser
reducida a partir de Descartes a un juego de combinatoria de letras.
¡Que fácil para el hombre olvidar,
embriagado por ese triunfo, que a pesar de ello lo real sigue resistiendo a su
captura! Que fácil deslizarse, por ejemplo, por el tobogán que lleva a la
forclusion del sujeto cuando, soberbio, el científico imagina que un
irrepetible sujeto puede clonarse!
(...)
...este horizonte contradictorio no solo
se deja ver en las ciencias naturales sino también en las políticas. Ellas también
son hijas de Descartes, así como la revolución social. Corrido Dios como
garante de la legitimidad del rey, sobreviene la revolución. Y sobrevienen también
el cortejo de regímenes totalitarios "científicos", donde aquello que
no se deje gobernar, educar, o interpretar será eliminado en los campos de
exterminio.
El problema cartesiano radica en el lugar problemático
que le queda a la verdad, que eso que la acumulación de saber no puede sino rozar
sin alcanzar, cuando ya no la garantiza sino un Dios sin ninguna articulación
con la máquina poderosa de saber humano.
Mientras Dios era soberano de saber y verdad,
Dios mismo aseguraba como misterio la verdad del saber. El saber era verídico,
porque había una garantía del padre sobre el saber. Mientras que el mundo
moderno procede a una peligrosa desarticulación de ambos términos.
Silvia Amigo
Nota sobre el discurso del analista.
Extracto.
En: Los discursos y la cura.
Vegh, Amigo, Flesler, Wainsztein,
Meghdessian de Nanclar
Acme Agalma Ediciones, Buenos Aires, 1999.
ARTE:
Teresa Durán
[ Madrid ]
Técnicas mixtas: carbonilla, acuarelas.