Platón / El Banquete
Siendo hijo,
pues, de Poros y Penía, Eros se ha quedado con las siguientes características.
En primer lugar, es siempre pobre, y lejos de ser delicado y bello, como cree la
mayoría, es, más bien, duro y seco, descalzo y sin casa, duerne siempre en el
suelo y descubierto, se acuesta a la intemperie en las puertas y al borde de los
caminos, compañero siempre inseparable de la indigencia por tener la naturaleza
de su madre. Pero, por otra parte, de acuerdo con la naturaleza de su padre,
está al acecho de lo bello y de lo bueno; es valiente, audaz y activo, hábil
cazador, siempre urdiendo alguna trama, ávido de sabiduría y rico en recursos,
un amante del conocimiento a lo largo de toda su vida, un formidable mago,
hechicero y sofista. No es por naturaleza ni inmortal ni mortal, sino que en el
mismo día unas
veces florece y vive, cuando está en la abundancia, y otras muere, pero recobra
la vida de nuevo gracias a la naturaleza de su padre. Mas lo que consigue
siempre se le escapa, de suerte que Eros nunca ni está falto de recursos ni es
rico, y está, además, en el medio de la sabiduría y la ignorancia.
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Platón
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[ Atenas o Egina, 427-347 aC ]
El Banquete
[ 390 aC ]
203c
El Banquete
[ 390 aC ]
203c
Grabado:
Molíns Barceló
[ España, 1985 ]