Mirada...
No hay que entregarles el corazón a los seres salvajes: cuánto más se los entregas,
más fuerte se hacen. Hasta que se sienten lo suficientemente fuertes
para huir al bosque. O subirse volando a un árbol. Y luego a otro árbol
más alto. Y luego al cielo.
Así terminará usted, Mr. Bell, si se entrega a alguna criatura salvaje.
Terminará con la mirada fija en el cielo.
Truman Capote
Desayuno en Tyffany´s
[ 1958 ]