Intercambio de Psico-Lectores... Deseo: esencia del Sujeto.




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Trabajar en un oficio que uno ama y encima poder ser retribuido afectivamente, es un engorde narcísico muy fuerte... Todos necesitamos mimos, caricias en el alma, pero tener una profesión en donde -además del dinero de rigor- se nos retribuye con un "gracias de verdad" o palabras como en estos dos correos que me permito postear; realmente nos coloca en una situación de privilegio; como el actor que además, y al final, necesita de los aplausos. Es obvio que con el dinero no alcanza: muchos analizantes nos hacen escuchar permanentemente esta cuestión: por más que tienen buenos sueldos no son reconocidos con la Palabra del otro.  Y esto tiene que ver con la Demanda y el Deseo, temas que estos dos correos circunscriben.
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Estimado Profesor Marcelo Augusto Perez:



Esta no es una nota para ser expuesta como modelo en su magnifico blog de psicoanálisis. Simplemente quiero darle las gracias por su gran labor y voluntad para transmitir el Psicoanálisis. Soy un investigador de la obra de Sigmund Freud y por su intermedio, estoy actualmente entrando en el mundo de J. Lacan, cosa bastante difícil para mi en este momento.



Lamento que a mis 72 años ya no podré llegar muy lejos, pero continuaré estudiando y leyendo sus trabajos, los cuales son para mi algo verdaderamente importante y útil. Le envío mis respetuosos y cordiales saludos y nuevamente mucha gracias por todo lo que hace para alumbrarnos el camino.



Atte: Waldemar Santiago Verdino (Un barrilete que le faltó piolín).

Estimadísimo Waldemar. Lo suyo es simplemente admirable. Ojalá todos lleguemos a su edad pensando que nos quedamos sin piolín... Eso quiere decir que la potencia, el alma, está muy joven aún... Y esa es la energía de nuestro cuerpo.  Lamento que no quiera que yo postee su correo, no por mí obviamente (por suerte recibo muchos alagos que me parecen un exceso y raro que lo postee) sino por el ejemplo que usted nos da a todos. Incluso un ejemplo para aquellos que -muchos más jóvenes que usted- le temen a Lacan o creen que leer psicoanálisis es una aventura tempestuosa. Me gustaría saber de que país es y cualquier duda con la lectura de los Maestros, me consulta porfa. Le mando un fuerte abrazo! MAP.
                                                    


Respetado y querido Profesor Marcelo: Primero quiero agradecer su generosidad  y  su atención por haber respondido a mi nota y por haberme ofrecido su ayuda para poder entender al psicoanálisis.



En segundo lugar cabe aclarar que usted puede disponer de la nota que le envié previamente y ponerla en blog cuando lo desee.  No tuve intensión de no permitir el posteo de la misma, sino que me pareció al enviarla que era un texto que no aportaría nada más que agradecimiento, pero usted me ha hecho comprender, con su visión mucho más profunda que la mía, que puede servir para ayudar. Está usted en absoluta libertad de disponer como mejor le parezca, de cualquier nota que le yo le envíe.



Respondiendo a su interés por saber de que país soy, le comento que nací el 29 de Enero de 1943,  en la Ciudad de Tigre -Buenos Aires, lugar en el cual actualmente vivo. Me jubilé en año 2008, después de 42 años de trabajo ininterrumpidos, en IBM Argentina.



¿Cómo me vinculé con el psicoanálisis? Dos años antes de jubilarme leí el libro del Dr. Paul  Ekman "Como detectar mentiras". De inmediato me puse a estudiar dicho libro y obtuve el programa de entrenamiento para detectar micro-expresiones y todo lo relacionado con el tema.  Fue entonces cuando comencé a pensar el estudiar más profundamente la mente humana.  Busqué información para iniciar la carrera de Psicología en la UBA, pero me dijeron que una había una edad límite y me hablaron del CBC y otras tantas dificultades para una persona de mi edad, que finalmente eso  hizo que abandonara la idea de la UBA.Decidí educarme en el tema de otra manera  y recorrí librerías en vivo y virtuales, revisando a hurtadillas algunos libros de psicología, los cuales no me parecieron muy atractivos. 


Hasta que me llamó la atención un libro llamando "Curso Básico de Psicoanálisis" del Dr. AlfrerdoTallaferro. Comencé a leerlo y me di cuenta de que no era para leerlo, sino para estudiarlo.Por Internet seguía los programas de la Dra. Luisa Kremer "Actualidad y Psicoanálisis" y cada vez me iba interesando más por el tema.Debido a que mi proyecto estaba muy desorganizado, encontré en la web un libro cuyo nombre es "Guía de introducción al psicoanálisis freudiano" escrito por Pablo Cazau, y a partir de ese momento inicie una investigación y estudio serio y ordenado del Psicoanálisis.  Aparecieron entonces la Matapsicología, Teoría de la libido, teoría de las pulsiones, desarrollo psicosexual, Formaciones normales y/o patológicas del inconsciente, Nosografía, Psicoterapia y muchos resúmenes de la obra de S. Freud.Asimismo, descargué desde la web www.bibliopsi.org , de la carrera de psicología de la UBA, la materia  Psicoanálisis: Freud - Cátedra Laznik.   Aún sigo estudiando con ese programa.



Ese fue el comienzo.  Después buscando por Internet, encontré sus videos y me quedé maravillado. El primero que vi fue El Significante. Evidentemente había muchas cosa que no entendía, porque estaba frente a un lenguaje nuevo hablado en mi propia lengua. Luego vi su vídeo Psicoanálisis &Psicologia-Algunas Diferencias,  y eso me impulsó a completar lo que tenia pendiente de Freud, para después poder entrar en Lacan y entenderlo mejor.Por supuesto hoy tengo toda la obra de Freud en sus versiones de Ballesteros y Etcheverry, la monumental obra de Otto Fenichel,  Todos los Seminarios y escritos de J. Lacan. Muchos libros del Dr. Juan David Nasio, y otro grandes maestros, como usted bien dice, del Psicoanálisis.



Asimismo, para disfrutar, aprender  y ampliar lo más que puedo mis conocimientos, dispongo de la fantástica web Psicocorreo y a través de ella, su muy importante, atractivo y útil pensamiento. Estoy registrado y soy seguidor y recibo sus actualizaciones diarias de Psicocorreo. Todo esto es difícil, pero como escribió un gran psicoanálista "La felicidad no viene en aspirinas".



Después de este cálamo currente (Posiblemente usted o Lacan tenga para esto una palabra como escritoragia), solamente le quiero volver a agradecer por haberme contestado mi mail y enviarle un fuerte abrazo y saludos suficientes para repartir.

Atte.: Waldemar S. Verdino.----



PD: Esto va para cuando usted inaugure su página de humor - Iban dos granos de arena caminando por el árido desierto. De pronto un grano de arena le dice al otro, -



Estimado Waldemar... Ayer le comentaba a un analizante, por un tema que salió en sesión, lo admirable de un correo que había recibido: estaba hablando del suyo.  Y hoy leyendo su segundo mail ratifico esta admiración que aparte es homogénea y coherente al estudio del psicoanálisis: no hay universidad que pueda transmitir el deseo. Usted fue, a pesar de los obstáculos que la vida nos impone, detrás de él. O, para decirlo más técnicamente, empujado por su deseo fue a buscar las herramientas que pudieran ayudarlo para concretar ese encuentro con el placer de la lectura y de la investigación. 



Son un exceso sus palabras, le estoy muy agradecido, e insisto que cualquier duda no deje de escribirme. No se si usted será ingeniero, por el trabajo que tuvo, pero le comento que muchos ingenieros se volcaron al psicoanálisis. Yo mismo estudie ingeniería y abandone en tercer año porque ya antes estaba leyendo a Lacan que aparte de abrirme la cabeza me parecía un poco más divertido -cuestión de gustos, como se sabe- y que sin darme cuenta me estaba invitando a enamorarme de su obra.



La ciudad del Tigre me parece lindísima, he ido varias veces a sus islas. Una vez conocí a un ingeniero de allá –que nos alquiló unas Cabañas- que, como usted, también creyó que estaba quedándose sin piolín pero no abandonó la idea de seguir remontando el deseo.



Con respecto a la bibliografía que me comentaba, ¿quién no ha leído el libro de Tallaferro que aún se sigue vendiendo? Seguramente muchos, como usted, han llegado a la pluma de Freud a partir de este autor tan didáctico.  Bíbliopsi es una web muy completa. Quizás algunas cosas se pierdan porque hay traducciones disímiles, pero no hay que ponerse tan exquisito, lo importante es entender... Uno afila el lápiz de a poco. Y más importante que entender es hacerlo con pasión; muchas cosas no se entienden pero se disfrutan.



Y con respecto al humor, nunca dejarlo ni subestimarlo... Es necesario, incluso en las sesiones, no sólo por las connotaciones inconscientes sino creo-porque, simplemente, la risa produce un enorme placer que regenera endorfinas, je.



Gracias por seguir mis posteos y estar en el canal de Psicocorreo. Un gran abrazo y nuevamente lo felicito! Siempre es admirable encontrar nervio, juventud, lucidez intelectual, en definitiva: vida; en los humanos que tan vapuleados nos encontramos a veces por una realidad de obstáculos tan incoherentes como una institución donde cosifican en función de una edad cronológica, la subjetividad, es decir: el deseo, lo más propio de cada sujeto. Marcelo.




Buenas noches estimadísimo Marcelo. Estuve leyendo muy detenidamente el último posteo de su autoría, en el blog. Quiero permitirme detallar algunos párrafos, porque me han parecido de una redacción morfológica, en su claridad conceptual, excepcionales, como hace mucho tiempo ni leía ni escuchaba en mi país con respecto a la problemática del Narcisismo.



En uno de los artículos, usted escribió:

Detengámoslo en este dato. Jacques Lacan ha analizado en el desarrollo de las investigaciones sobre el Estadio del Espejo y la Agresividad justamente la cuestión que acá aparece con mucha claridad.  Es decir: la imagen. Aparentemente el presunto asesino no dudó en agredir cuando fue reconocido por el niño en un hecho que debería haber quedado velado. Pero fue reconocido en un punto dónde él no se puede reconocer ante el Otro; dónde su imagen (ante el Otro) correo peligro. La imagen es justamente la idea, la representación, que el sujeto “construyó” para el Otro y cree tener de sí mismo. 



Creencia, imagen, espejo, alegoría, apariencia; en definitiva, un modelo.Modelo por el cual el sujeto cree que es; modelo que lo lleva de la insuficiencia a la anticipación.  Esto, sin más, es la triste prueba de cómo predomina el Narcisismo en nuestros actos, incluso en los más graves.



Este caso reciente nos demuestra como el sujeto –por defender su imagen, su aparición ante el Otro- puede llegar hasta cometer un crimen.



(...)



Cuando no hay Ley que acote el goce, los sujetos necesitan al menos un vecino que (aunque peque quizás de entrometido) pueda separar el goce pegajoso que lleva a enceguecer a un sujeto hasta el triste hecho de matar hasta a los que más aman.

Hasta aquí me parece, insisto, de una claridad puntualisima el modo en que analizó la posibilidad de que el crimen se cometa por imagen, que –después de todo según entiendo- es PODER del narcisismo, es decir, falo. En otro lugar, usted escribe:

El narcisismo perdura aún en la lápida. Hay ataúdes que cuestan miles de dólares; tumbas de oro macizo que albergan familias de apellidos ilustres (y no tanto); pompas funerarias con todo el glamour del mercado; y el YO es tan ciego y sordo que se niega a aceptar su mortalidad y aún con el peso de la pérdida no deja de encaminarse en la permanente insuficiencia que el imaginario oculta. Nos hacemos nuevas tetas, nos operamos la nariz, nos maquillamos los labios, nos peinamos el jopo; y –mientras tanto- agonizamos sin darnos cuenta que los gusanos terminarán de comer nuestra codicia.

Y en otro artículo, dando un ejemplo sobre la abuela de una colega, usted dice:


El avasallamiento del goce –que es lo que empuja a un sujeto demandar un análisis- se correlaciona con la organización narcísica de la estructura. Cortar ese vaivén fantasmático viene de la mano del corte de ese goce; es decir –entonces- que toda castración es castración del narcisismo. Por eso el psicoanálisis brega a favor de la castración y entiende que siempre es del YO. Es decir que para nosotros, el Sujeto sufre porque padece de un YO fuerte; porque no se permite ceder y queda entrampado en su fantasma.  La pulsión –dentro de este marco- no es más que la respuesta a la Demanda que el sujeto no puede tramitar por no castrarse y entonces actúa o sintomatiza. Por supuesto –y como sabemos- toda castración conlleva un monto de angustia y por eso el sujeto prefiere taponar(lo) en vez de sujetarse a la Ley del deseo.




Lo repetimos entonces: es por el YO fuerte –que por algo Lacan definió como "la única verdadera enfermedad del sujeto”- que se padece; y no hay modo de enfrentar ese YO que con la Ley de la Castración que la Metáfora Paterna somete. Cuando la Metáfora Paterna falla, el sujeto construye una metáfora fóbica, una metáfora delirante, una inhibición, un síntoma… De ahí que la Castración siempre se entiende en términos positivos aunque para el fantasma neurótico implique una porción de muerte. Pero, como también sabemos, es gracias a que algo muere que la vida puede manifestarse.

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Por ejemplo, un analizante llega con su queja a-cuesta culpando al Otro (institución donde trabaja, padres, pareja, hijos, hermanos, etc.) de su padecimiento; pero al poco tiempo advierte que esa queja conlleva un vínculo con su narcisismo muy puntual: el sujeto se-sostiene (y sostiene su dolor) a partir de no poder ceder en su YO y aceptar la pérdida que toda castración conlleva: ¿Para qué? Para ganar otra cosa, lógico.  Esa pérdida lleva ímplicita a-catar una Ley.

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¿Dónde queda ubicado un sujeto sin Ley? Queda ubicado del lado del goce. El tema es que el Todo-Goce que el sujeto cree posible, es mítico. De ahí también que sólo en el fantasma se puede decir que el Sujeto ejecuta su deseo. Pues bien: entonces el sujeto, con frasecitas de ocasión como“¿Qué hice yo?” o “¿Por qué a mi?” o “Yo que soy tan buenito…” o no sólo con frases sino con actos puntuales (huidas, abandonos, calvarios, mostraciones de escenas al Otro, etc.) se posiciona en su masoquismo gozantevictimizándose a costa de ganar un goce incestuoso (o un amor-imaginarioincondicional mítico).

Creo que esto coincidiría con los párrafos anteriores sobre el crimen, donde lo que gana es el goce narcisistico y falta la Ley, es decir, lo que usted tantas veces nombró como la Castración.  También dice en otro lado:

Debemos engañarnos de vez en vez: creyendo que sabemos hacer algo, por ejemplo dar una clase, creyendo que si el otro nos dice "hermoso" lo somos, creyendo que un anillo o un diploma puede querer decir casamiento u oficio, etc. Pero el sujeto, entonces ¿engaña al otro? En eso estamos: el sujeto necesita del otro (del otro que esconde su falta) para engañarse él, para creérsela. Por eso las relaciones no son entre a y a'  sino que Lacan coloca el imaginario y - entre paréntesis- la falta, dando la vuelta por el Ideal.



(...)



Es decir: el no es visible, queda encerrado entre paréntesis. La abuela René se nos cae porque va a buscar esa invisibilidad que esta caída en el piso, esperándola... ¿para ayudar al abuelo? Bueno, digamos creyendo en las buenas intenciones que sí, pero sabemos que en realidad es para levantarse ella: si su falta cae, cae ella. Lo levanta para salvarse. Si los neuróticos pudiésemos entender esta axiomática narcisística, entenderíamos que toda castración es siempre por y para el propio narcisismo. Nadie se castra por otro o por otra cosa que no sea su Yo. Por eso toda castración implica dejar un goce por otro. El problema es cuando – por “salvarnos”- terminamos en el hospital.



(...)



Es decir, tenemos:   a'...........$..........i(a)   Más voy hacia la derecha, más tapono la falta. ¿Eso está mal? Como se sabe, es una cuestión del caso por caso: es decir de la economía de distribución del goce: de qué se hace con ese goce. Freud era cocainómano, pero inventó el psicoanálisis. Alberto Castillo era médico, pero un día conoció a una paciente que le dijo que ya estaba desvestida para que él la revise y le preguntó si él también se había desvestido, y entonces Castillo supo que para la medicina no servía: se casó con esa mujer y cambió un goce por otro: se dedicó al tango.



El analizante de mi colega cruza nadando casi doscientos kilómetros durante 19 horas consecutivas para tapar una falta. ¿Eso es una proeza? Para el psicoanálisis es darle mas pulsión a un goce. Como dijimos en la clase: nadie que haga un deporte de riesgo lo hace para sentirse bien físicamente, sino mas bien para gozar. Si ese deporte en vez de parapente es el boxeo, se entiende que ese goce lleve rápidamente a una conmoción cerebral. En el caso del analizante de mi colega, esa "hazaña" lo aleja hacia la derecha,  le hace perder su brújula. Por eso ahora, años después que retoma su análisis, enuncia "Tengo que encontrar otro sentido para mi vida". El imaginario nos da el sentido, pero se cae rápido sino se sostiene en lo simbólico.



Cualquier ejemplo puede servir: una persona que hace años no encuentra trabajo puede sentirse bien cuando lo encuentra, pero si ese trabajo no coincide con su deseo, en un tiempo cae y el sujeto queda vacío. Otra persona puede querer cojerse a otra porque imaginariamente le despierta interés sexual,  pero si lo simbólico no se anuda, sólo tenemos una relación carnal. En los tiempos que corren tener trabajo y un partenaire de coyuntura no es poco, pero el verdadero síntoma lo anuda el otro registro, porque si el goce esta desvinculado de la Ley, de la castración, es puramente engañadizo.





Enfrentarse con el deseo es un proceso complicado.  Hoy mismo un analizante me decía que, enganchado en su imaginario y en la histerización triangular, escuchó que un amigo le elogiaba a su pareja, entonces -después de verla caída, de estar abúlico hacia ella- a partir de esta enunciación, su deseo repuntó. Coincide con la situación paralela de este mismo analizante donde decae el deseo por una actividad hasta ahora lúdica porque -según se analiza- no tiene "la ventaja" de tener verdaderos Maestros para dicha actividad y, al tener meramente docentes, su configuración imaginaria-simbólica decae. (...)



Entonces: la Demanda es no sólo necesaria, sino imprescindible; el problema es cómo poder responder a esa Demanda sin chocarnos con una pared y que aparezca la pulsión arruinándolo todo. Al preguntarle a mi analizante porque no buscaba Maestros en vez de profesores, me respondió con total lógica lacaniana: "porque soy un cobarde". El deseo asusta.



Creo que en todos estos párrafos se reafirma la dominancia del narcisismo, en sus facetas aún más “cobardes” en relación con el deseo. Y finalmente me gustaría citar lo siguiente:



Finalizando: la abuela René, en su caída, trata de levantarse levantando al abuelo Ángel. Ambos caen. La abuela René no advierte su insuficiencia, cree que puede. Sin embargo esto no la hace una boluda -no al menos en este caso-. Cae para poder sostener un Ideal. Su Ideal, imaginarizado en el abuelo Ángel. Cae -la castración le juega una mala pasada- por creída, pero para seguir sosteniendo una relación amorosa. De ahí cuando Lacan habla de lo cómico del amor.  Pero más ridículo, digamos, es un tipo que se cree que puede levantarse a todas las minas en un boliche.  Y también muchos caen a un vacio, o -peor aún- no se permiten ni siquiera caer-un-poco por seguir sosteniendo la imagen. (Llevar un ramo de flores a la vista del público puede ser, para muchos, una mortal caída. De ahí que nos resultaba tan conmovedor que el profesor Jirafales, con su porte de grandote y con su significante de "profesor"; revele su caída ante el amor hacia Florinda.)



Pero demos un palito final a la abuela René: cae por ella. Sí, pero ¿cuál es el problema si dijimos que toda castración es finalmente por uno? El problema es si esa caída es un pequeño o es un gran esfuerzo para la Estructura del sujeto, como dijimos al comienzo.  Y el problema virtualmente adherido lo relata justamente su nieta, mi colega: Estando en estado de caída, pide ponerse coqueta ("Que me traigan mi sweater!-") para que no la vean caída. Me recuerda, como les decía a los colegas del grupo que se aventuran en la lectura de Lacan, a la madre de una amiga -Doña Norma- que hace diez años está con un accidente cerebro vascular (apenas si habla) pero que no se le ocurriría ni remotamente que la vean sin el peinado arreglado; y se pone extremadamente furiosa si así no sucede. Y estamos dando ejemplos límites justamente para recordar que del imaginario engañoso nadie está a salvo, ni siquiera los mas caídos.



Mencionemos que lo peor de todo esto puede ser cuando el vínculo con el otro comporta la guerra entre los dos imaginarios. Porque una cosa es caerse cuando levanto la razón de mi deseo, y otra cosa es patearlo o eyectarlo  para que mi imaginario gane.  Una cosa es engañarse, amando para ser amado, pensando en el otro, en el caído, y otra cosa es amarse tanto que no podemos dejar de pensar en nosotros mismos y, al ver caído al objeto de nuestro deseo, y sabiendo que sí podemos levantarlo sin terminar en un hospital, huir o doblar la apuesta por quien la tiene más larga.  Ciertos sujetos no tienen ningún inconveniente en enunciar con total enfásis: "Yo no voy a permitir que vos..." Es decir: "...que vos la tengas más larga" confundiendo Dignidad con Narcisismo, atrapados totalmente en el imaginario.

Bueno, ¿por que le escribo, estimado Marcelo? Primero y ante todo para decirle que estos párrafos citados son los más conceptuales y puntuales que he escuchado en mi corta formación de analista en los últimos diez años. Realmente confirman lo que se aprecia en sus vídeos (y he visto que no sólo yo y mis colegas de acá piensan así, sino muchas personas que le siguen en su canal): su claridad para bajar conceptos que, como todos los de Lacan, son extremadamente difíciles. Y segundo, para invitarlo cuando este por mi país a disertar sobre estos temas tan necesarios. Un enorme y cálido abrazo, desde Colombia. G. M. M.

ARTE:
Carlos Alonso
[Mendoza, 1929]

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