Astor Piazzolla / Libertango / Versiones...
Desde chico mis viejos me llevaban a bodegones donde el
bailongo era desenlace forzado. A veces simplemente íbamos directo
después de una cena a escuchar el tango en la voz de los que fueron los intérpretes
clásicos de siempre... Una vez, recuerdo (yo no tendría más que siete u ocho
años) que Edmundo Rivero, con sus manoplas y su rostro macizo, me vio en
el Viejo Almacén de San Telmo y me
encaró fulero con su voz más grave que nunca: "Pibe, ¿que estás haciendo vos acá a estas horas?"- Mi
viejo se reía de mi cara de susto.
.
El tango, en mi niñez, me salía por las orejas, pero no
creo que lo haya llegado a odiar... Cuando iba con mis viejos a los lugares
donde se los bailaba, sentía muchos celos cuando ellos salían a la pista y me
dejaban en brazos de otros (mi papá se llevaba a mi mamá ¡para gozar con ella!)
y recuerdo que muchas veces pataleaba y lloraba.
.
La primera vez que escuché a Astor Piazzolla, fue a través
de Libertango. Pero ya era
adolescente. Coincidió con el momento en que también descubría a Bach, a Vivaldi
y a Mozart. Así que el Marplatanse me parecía de una agilidad musical tan
increíble como ellos. En aquella época Piazzolla sólo era interpretado por
Piazzolla, con su orquesta típica. Nadie tocaba temas de él. En mi casa no se
hacía más que escuchar tango (de parte de mis mayores) pero nunca obviamente a
alguien como Piazzolla que, para ellos, era directamente un hereje. Esa tarde
que puse una cassette de Piazzolla,
estaba mi viejo en la casa. Recuerdo que el material incluía temas como
Undertango y Tristango, títulos que ya me parecían originalísimos. Ahora que lo pienso no puedo entender como
llegue a ellos... Porque he tenido ciertas influencias literarias de una prima,
cierta influencia musical de un primo; la afinidad por el socialismo, de un tío
fanático del "puño y la rosa", las preocupaciones científicas me
llegaban de otro primo que era ayudante de medicina en La Plata; pero nadie de
mi entorno escuchaba a Piazzolla.
.
Esa tarde, entre los acordes de Libertango, mi viejo se acercó, lo recuerdo bien, y me preguntó que
escuchaba. Yo sabía que mi respuesta iba a molestarlo un poco. "Tango."- dije. Pero mi viejo,
con la ternura de siempre, acomodó una silla y se sentó a escucharlo. Recuerdo
que hubo algo así como una brevísima discusión por el concepto. Años después
Bergara Leumann en su Botica, pasaría
tanto Piazzolla que el oído de mi familia se acostumbraría pronto a su melodía,
muchas veces cantada por Amelita Baltar y Raúl Lavié y que la mismísima Milva
ya estaba interpretando con el Maestro, en los escenarios de Europa, mientras
los viejos y queridos pájaros, no tan perdidos, comenzaban a retornar hacia
Argentina.
.
Esa tarde mi viejo sentenció: "¿Quién es?"- "Esto
es Piazzolla..."- "Ah! Piazzolla, el bandoneonista de Troilo... Y
bueno..."- y creo que dijo algo así como: "El tango se siente... Yo siento a Canaro, a Pichuco... Hay que
entenderlo a Piazzolla."- Mi viejo siempre sobrevaloró mi facultad de
raciocinio pero no se estaba dando cuenta, como aquellos que hoy día declaran "hay que entenderlo a Borges" que
se trata siempre de emoción, que sin emoción no hay entendimiento posible. Él
no podía entender, entonces, que yo podría emocionarme con alguien que utilizó
el bandoneón para volar, más allá del pentagrama clásico. O quizás se disminuyó
él al no poder aceptar que podemos emocionarnos con diferentes cosas. Simplemente,
desde mi más profunda ignorancia musical, le dije: "Pá, este tipo es un genio."- Ya en el final de su vida,
mi viejo escuchaba emocionado Adiós
Nonino tanto como a Troilo o a Pontier, y creo que hasta llegó a decir un
día “Es increíble lo que hizo Piazzolla.”-
.
Cientos y cientos de versiones (en todas las combinaciones
instrumentales existentes) se hicieron de Libertango:
solos de cellos, violines y pianos, versiones rímixeadas, en percusión, con
guitarras y trombones, sólo de oboes o de acordeón, etc etc; sin duda es el
tango más popular que circula en el mundo, incluso mucho más que La Cumparsita. No hay duda que cuando se
escucha con el bandoneón como instrumento principal (y el diálogo entre el
bandoneón y el piano o el bandoneón y el violín tiene, a mi juicio. una poética
increíble) uno -que además es argentino- piensa: "el tango ha sido escrito para bandoneón"- Pero
Piazzolla, como todo genio, ha superado cualquier apotegma clásico. Libertango se escucha hoy en las calles
de Europa, en las universidades de Oriente, en los boliches de pista tecno, en
los conciertos de gala, en las reuniones de cámara, en fin... En Youtube encontramos muchísimas
combinaciones instrumentales. He elegido cuatro versiones para postear aquí.
Es una elección arbitraria, sí; pero no azarosa.
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10/2014
ARTE:
Gastón Porcires
-Uruguay-
Astor Piazzolla
Músicos Callejeros Rusos
-Pasaje La Haya-
Kovacs
Cello Project
Salzburg Chamber Soloists
[Italia, 2010]