Ciencia Ficción Lacaniana...

Lo más extraño de los humanos es la forma en que se emparejan, machos y hembras. Están constantemente en guerra unos con otros, nunca se dejan en paz. Nunca parecen comprender la idea de que machos y hembras son especies separadas con ideas y deseos completamente diferentes, forzados a unirse sólo para multiplicarse.
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Es normal que piensen así. Vuestros machos no son más que zánganos sin mente, extensiones de ti misma, sin identidad propia.
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Conocemos a nuestros amantes con absoluta comprensión. Los humanos inventan un amante imaginario y colocan una máscara sobre el rostro del cuerpo que está en su cama.
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Esa es la tragedia del lenguaje, amiga mía. Los que se conocen solamente a través de representaciones simbólicas están obligados a imaginarse unos con otros, y como la imaginación es imperfecta, a menudo se equivocan.
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Esa es la fuente de su miseria.
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Y de su fuerza, me parece. Tu pueblo y el mío, cada uno por nuestros propios motivos evolutivos, se emparejan con compañeros enormemente distintos. Nuestros machos son siempre, desgraciadamente, nuestros inferiores intelectuales. Los humanos se emparejan con seres que desafían su supremacía. Tienen conflictos entre machos no porque su comunicación sea inferior a la nuestra, sino porque se comunican entre ellos.
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Orson Scott Card

Ender, el xenocida. Xenocide.

Extracto Capítulo 2, Reunión.

1991.

Dibujo:

 Pablo Picasso

Mademoiselle Léonie (1910)

Creyón y tinta china s/ papel.

Agradezco a una analizante su gentileza de alcanzarme estas líneas para publicarla a partir de una sesión donde ella acercó dicho texto al con-texto del dispositivo.