Sujeto y Corte / El fallido y el verdadero sujeto.













Cuando al hablar de inhibición nos referimos a una función corporal, abrimos el
ámbito de la acción. Muy amplio por cierto. Propongo desplegar el concepto de acto
y marcar luego, brevemente otra clínica a partir de lo que se denomina “hacer”,
presente en nociones como “saber-hacer”.
[...] hablamos de acto cuando una acción tiene el carácter de una
manifestación significante en la que se inscribe lo que se podría llamar el
estado del deseo. (1)

Otra trascripción dice: “podríamos llamar la desviación (écart) del deseo”. Se
desprende que, si bien lo captamos en el plano motor, si hay un sujeto representado
y no es sólo un automatismo, los fenómenos que muestran son tributarios del
lenguaje. Pensamientos inconscientes, del deseo. Por esto, representan al sujeto,
pero no de cualquier manera, lo hacen ante otro significante que pueda
interpretarlos; cuenta en ello no sólo lo enunciado, sino fundamentalmente el lugar
de su enunciación.

Un ejemplo son los actos fallidos, cuando era esperable su realización en forma
correcta en la habitualidad de tal persona, por eso no se trata de errores. Cuando
surgen, sorprenden incluso a su ejecutor y, llegado el caso, pueden avergonzar,
irritar, aún tornar perplejo ante el modo incómodo en que lo deja. La diferencia de
traducción citada pone de manifiesto que no toda acción es portadora de un deseo
inconsciente, además, que cuando éste participa provoca un desvío en la misma.
Por eso continúa Lacan en su Seminario 10 de donde tomara la cita:
Un acto es una acción, digamos, en tanto que en ella se manifiesta el
deseo mismo que habría estado destinado a inhibirla. (2)

Lo cual marca su efecto en el carácter fallido de todo acto. Sucede así porque
repite las condiciones originarias del mismo, mostrando el reencuentro imposible de
tales condiciones, al ser tomado en la búsqueda del deseo.

En varios de los ejemplos de Psicopatología de la vida cotidiana queda clara la
sorpresa del realizador de tales actos fallidos. Si lo expresamos en términos de lo
que sabía sobre sí mismo, surge, a través del acto, algo de lo que no quería saber,
provocando un efecto de desacomodo al yo al mostrarle tal desconocimiento. Al
respecto, Freud cita a la dama que se sorprende por las reacciones que provoca en
quienes la acompañan, sin entender por qué eso está ocurriendo, hasta que capta
que está con un botón desabrochado, dándose cuenta, recién entonces, que está
diciendo lo que “no quería decir directamente”. Cae la imagen que tenía de sí, hay un corte con el lugar que creía ocupar. A partir de este momento surge algo nuevo y, de poder ser un simple suceso — acción— da cuenta de un acontecimiento inaugural.
Es instauración del sujeto como tal, es decir que de un acto verdadero el sujeto
surge diferente en razón del corte. (3)


Manuel Rubio

El acto y el hacer
IV CONGRESO INTERNACIONAL DE CONVERGENCIA
LA EXPERIENCIA DEL PSICOANÁLISIS. LO SEXUAL: INHIBICIÓN, CUERPO, SÍNTOMA.
 
Buenos Aires, Mayo del 2009

ARTE:
Cati Ponce
España
 

1 Lacan, J. Seminario 10. La angustia. Paidós. Buenos Aires. 2006. pág. 342.
2 Lacan, J. Seminario 10... pág. 342.
3 Lacan, J. Seminario 14... Clase del 22 de febrero de 1967.

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