De la media naranja al consolador / Amores Contemporáneos
Entendemos la crisis
del amor contemporánea como el síntoma del pasaje de un horizonte de
constitución de lo social en el que se privilegia la relación al semejante a un
horizonte que privilegia al individuo. Creemos que las condiciones que
posibilitaron este pasaje se enmarcan en la declinación de los estados
nacionales a un nuevo modo de regulación de lo social a través del
mercado. Nuestra época es una transición
donde conviven, por decirlo de alguna manera, las dos lógicas.
Desde el psicoanálisis
lacaniano concebimos el modo de constitución subjetiva a través de dos vías
privilegiadas, por un lado la vía significante, donde la existencia queda
determinada por los avatares del juego del lenguaje y por otro el circuito
pulsional, donde la existencia queda de alguna manera producida en la
satisfacción de la repetición del circuito en si misma.
Comparativamente
podemos concebir que si bien ambas son vía de consistencia existencial
(operaciones donadoras de existencia), la vía significante tiene un fuerte
anclaje al semejante, en tanto la vía pulsional no tiende al lazo.
Lo que previamente
denominamos como horizonte de producción subjetiva estatal, en tanto régimen
fundamentado entre otras cosas en nociones como contrato social y en el montaje
de dispositivos de disciplinamiento e inclusión social, opera en la determinación
y codificación de la relación entre semejantes, relación que considera núcleo
vital de lo social.
Hemos entendido el
viraje del amor en los siglos XII a XIV, como la evidencia de que una
determinación de contexto, puede afectar el lazo social. La institución del
matrimonio basado en el mutuo consentimiento (y quizás también la incipiente,
pero en crecimiento exponencial, literatura) parecen haber afectado en tal
punto el horizonte discursivo de aquella época que hasta se verifica la
creación de un género literario nuevo: el amor cortés. La metáfora de la media
naranja viene en esta época a ser el fundamento de la concepción del lazo
amoroso.
Pensamos el amor como
una suerte de nudo (una maniobra, una operación) entre esa doble vertiente de
la falta que son el deseo (determinado por la existencia en la vía
significante) y el goce (que se produce como el efecto de ese resto del cuerpo
que no fue “nadificado” por el significante y que funciona en su gramática).
Ambas vías se constituyen en la relación al semejante y se reproducen por la
relación al semejante y el universo de lenguaje en el que cada viviente existe.
Dado que nuestra
hipótesis supone que la forma de concebir la relación al semejante está
determinada por el modo en el cual la época constituye y organiza los vínculos
en una sociedad, proponemos que el mercado opera de otra manera en la
producción de deseo y goce.
Se nos ocurre que es
como si las relaciones producidas por el marco de determinación existencial de
la época, en transformación de un régimen de estado a uno de mercado, operara
de modo tal que hubiera elevado a una forma relacional predominante, la
consabida estrategia de defenderse del deseo con el goce. Entendemos esta
maniobra como el efecto de una afectación del lazo al semejante por la
alteración de los modos de realización existencial de la época.
(...)
En psicoanálisis
concebimos al amor como uno de los modos de dar respuesta, a través del vínculo
al semejante, a la insufiencia existencial propia de la inserción del viviente
en el orden significante. Aunque sabemos que como cualquier respuesta que da
cierta posibilidad de maniobra respecto de la sexualidad y la muerte, nunca es
absolutamente lograda.
Creemos que el mercado
ha consolidado un campo que de manera novedosa en la historia de la humanidad
traslada el tratamiento de la insuficiencia existencial de la apelación al
semejante, al consumo de objetos, privilegiando una vía "gozosa" de
existencia en detrimento de la vía significante.
En la medida que el
estatuto del semejante se ha transformado en el régimen de mercado, esta
variación pone en crisis la noción de amor tradicional.
Observamos una
degradación del valor del semejante, que en tanto sagrado para un mundo de
derechos humanos y leyes contractuales, a devenido un mero consumidor y su
envés objeto de consumo o simple y puro desecho. La existencia contractual,
como modelo del régimen estatal, tiende a ser reemplazada por una existencia
consumidora. La maniobra consumista vela de manera eficiente la insuficiencia existencial,
en la medida que el deseo queda rebajado en un juego imaginario de inducción de
demanda infinita y producción y oferta de objetos a consumir, lógica que de
alguna manera afecta el campo de relaciones con el semejante.
Cabe destacar que el
psicoanálisis se funda hoy en una concepción que va a contra pelo de la época,
en tanto produce un vínculo al semejante que opera en contra de la
autorealización masturbatoria individual. ¿Se impondrá en esta
época la lógica del amor de mercado tal como lo hizo en su momento la del amor
cortés? ¿Estaremos leyendo una nueva versión del amor?
Martin Krymkiewicz / Mariana Stavile
Extracto del Texto:
IDEAS SOBRE LA
CRISIS DEL AMOR CONTEMPORÁNEO
De la media naranja al consolador y Conclusiones
Publicado en:
“Psicoanálisis y Hospital”
Buenos Aires / Verano 2002
ARTE:
Raúl Oscar Martínez
México / 1941
Convulsa de amores
Horizonte
Pleyádes