Jugar al matrimonio feliz









Marcelo : queria preguntarle sobre el extracto de g. pommier, hay una cuestion en relacion a la exogamia -el pasaje de amado a amante, ¿se podria decir?- en donde pareceria que en la mujer no queda claro... quiero decir, y le pregunto entonces, ¿la función paterna no se corresponde de igual modo? y, por otro lado, ¿no existen condiciones de relación donde los sujetos -despues de la primera exogamia- siguen estando endogamicamente constituidos? quiero decir, siguen funcionando sin deseo sexual... gracias por sus posteos! g.r.




Bueno, con respecto a tu pregunta... creo que justamente lo que Gerard Pommier está intentando de analizar son las condiciones en que un sujeto puede llegar a vincularse neuróticamente y/o a través de los distintos modos de goce.

Hay parejas que durarían sólo dos meses sino fuese porque cada uno de ellos comienzan a tener sexo por su cuenta y orden.

Asi como la pluma de Freud ha dejado entreleer que la mastusbarción suele "salvar" al matrimonio, los puticlubs son una manera conyuntural de sostener el status quo, o los amantes que las parejas (a veces no tan a las escondidas) suelen construirse para el mismo fin... ¿qué fin? Continuar una estabilidad, un goce especificio, para no perder algo que se suele considerar mas importante que el otro goce... O mejor dicho, para creer que hay algo que no se pierde, para creer que uno puede tenerlo todo. 

Uno puede escuchar que hay sujetos para los cuales el sexo, por ejemplo, no es una condición indispensable en el matrimonio... y asi hay quienes pueden estar un mes o más sin tener sexo con su partenaire y todo está más que bien: él ocupado en su trabajo, y quizás en sus amantes, y ella en tarjetear en el shopping, y quizás también en sus amantes. Son modalidades de goce que hasta que el sujeto no hace síntoma siguen sosteniendo la homeostasis matrimonial

Se escucha mucho esta problemática en relaciones de sujetos mayores a los cuarenta años -por decir un guarismo- porque es más lógico que a los veinte o treinta resignar el sexo cueste más. Esto no implica, por ejemplo, que personas de cualquier edad puedan considerar que tener sexo (asi como hablar) es parte del "problema" y de la condición que hace a una pareja. Y digo “como hablar” porque como sabemos el “matrimonio perfecto” sería el que no coge (o el que no habla). Cuando el sexo (o la palabra) se interponen entre los sujetos, comienzan los problemas. Y ya no estamos hablando de la pasión de los comienzos del enamoramiento, estamos hablando de que hay partenaires que se vinculan como amigos o hermanos (o como padre/madre - hijo) y nada hace suponer que se replanteen cuestiones del deseo.

Con respecto a la función paterna. Por supuesto que asi como el padre tiene una función también tiene un deseo y la mujer tiene su deseo y también la madre, una función. La mujer que ha quedado renegada a la endogamia, es la que ya no puede tener un coito satisfactorio (con goce concomitante) y por lo tanto –lo digo de este modo- sigue curtiendo con su padre en vez de curtir con su partenaire. Esto, en otras palabras, se llama no poder atravesar el fantasma de incesto, es decir: el Edipo. En general suelen ser mujeres que buscan partenaires sumisos, que pueden "manejar" a su antojo, de modo que sea suceptible sostener el no-coito.  ¿Qué descubre la clínica? Que las mujeres -buenas y puntuales histéricas- sostienen a un marido -buen y puntual obsesivo- sin coito, ¿para qué? Para seguir "casada" con su Padre, el único Amo, y seguir jugando al matrimonio feliz.  A esto se refiere Pommier cuando dice que pronunciar el "te amo" implica salir a la exogamia. El tema que del dicho al hecho, hay mucho trecho... Saludos, map-


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