El Arte y lo Homo
Hola marcelo. Primero queria agradecerte tus videos posteados, me
han servido de mucho para material en la facultad, y no solo materias clinicas;
comprendi muchas cosas de otras disciplinas a partir de entender como una
persona construye su imagen y por fin estoy entendiendo eso que vos repetis:
por qué creerselo lo agrava todo.
Justamente tiene que ver con esto y con lo que vos pones en tu
ensayo sobre la obra de Genet y sobre la paranoia, que me impulsó a enviarte este
correo. Aparte de que quiero repetirte que evidentemente tienes un don especial
por la manera de trasmitir, de bajar la linea teorica, quiero tambien decirte
que me gusta muchisimo la manera de escribir que tenes y que gracias a seguir
tu blog y tus posteos sobre teatro, comencé a ir al teatro! No me pasa con el
cine ni con los libros; pero tengo mucha resistencia
con el teatro, tendre que verlo en mi analisis ¿tendrá que ver con lo que
está de cuerpo presente? Bueno, en relacion a tu posteo sobre LAS CRIADAS, y
esto que estoy empezando a entender sobre alienarse e identificarse, queria
comentarte que tuve una experiencia similar a una de tus analizantes que
comentas. En plena crisis con mi ex,
comence a brotarme con un sarpullido cutáneo y me asuste muchisimo, no supe que
hacer: llamar a la casa de mis padres era un problema porque ellos no sabian
que yo convivia con mi ex y mucho menos que mi ex era la persona de esas que mejor perderlas que encontrarlas... me costó mucho separarme de él pero cuando hizo lo que hizo (que fue que
no pudo parar de discutir en plena crisis mia, y que encima me dijo que era una
histérica que me brotaba porque no queria tocarlo, de ahi el brote en la piel,
y lejos de contenerme y parar la discusión, siguió gritandome y después se fue
golpeando la puerta) bueno, ahi supe que nunca podria contar con él, que es
como un niño a quien nadie podria superarlo en protagonismo y que no podía sostenerme ni sostener nada, lo único que tardé un año en darme cuenta a partir de ese episodio, el deseo sexual era muy fuerte...
Lo relaciono mucho con tu ensayo porque si bien él fue una persona absolutamente
narcisistica y alguien que no podia diferenciar la gravedad de un
problema o de otro -paradojicamente se la pasaba gritando, brotado y
neurotizado- esto me sirvio para separarme porque pense que con este individuo
era improbable que me sientira segura y contenida alguna vez, tambien es cierto que lo mio fue una demanda hecha y derecha para
que él reaccione (como leí una vez de tus posteos, la demanda siempre es a un
otro)... claro que, como me decia mi analista, eso no implica que mi demanda no
sea escuchada dentro del marco de un posible amor constituido y poder suturarla. Tambien me quede pensando en lo de LAS
CRIADAS puesto que me preguntaba hasta que punto él y yo nos parecíamos, y me
parece (la obra no la vi y pienso verla pronto cuando vaya a Buenos Aires, pero
leí el texto que como los pocos que leí de Genet me parecen muy buenos), que
hay mucha demanda de ambos lados, porque las discusiones siempre se originaban
en demandas de ambos. Es muy dificil
la convivencia al ser tan iguales, y yo
que pensaba que ser tan iguales ayudaba! Un gran saludo! Te felicito
nuevamente! Yamila Mateo.
Hola y gracias
por todos tus palabras... Sí, mucha gente cree que ser iguales conviene a la relación y en realidad lo que hace es solo
incrementar el morbo homo-narcisistico
(lo expreso así a propósito para subrayar que lo igual, el espejo, excita: ya
lo vemos en el júbilo (como expresó Lacan, el aha Erlebnis freudiano que él cita, reconocimiento por
la mimica iluminante) que el infans tiene al verse por primera vez
reflejado y re-conocerse) pero lo igual suele escenificar el real pulsional
tanto en la cama como en las crisis maritales: no olvidemos que es la misma
pulsión. Por eso en Las Criadas hay una
parte en donde la genialidad de Jean Genet hace decir a una de las hermanas: ya no
puedo soportar el mismo olor, este espejo permanente... Por eso creo que Genet –a pesar
de que su homosexualidad pudo haber estado en juego ahi- quiso expresar algo más
que una relación sexual en la conducta de esas dos hermanas, incluso de los
tres personajes que por algo habría querido originalmente que sean actores y no
actrices quienes lo interpreten. No se puede creer que Genet, enroscado en un
malestar permanente, pudo ser tan genial y supo leer a Lacan quien, a su vez,
supo leer a Freud. El otro dia un
analizante me decia: ¿Viste cuando estás en esos dias que no
querés ni escucharte ni verte a vos mismo? Bueno, imaginate que menos a mi
pareja... Todos tenemos esos días
en la vida, y en una convivencia, suele suceder a menudo… La captura imaginaria es muy
fuerte,sobre todo si son imaginariamente iguales: he conocido gente que ha ido
a ver la misma obra de teatro o de cine más de diez veces porque esa obra “hablaba” de
ellos: la identificación con los personajes y/o la historia los ha capturado:
si eso no es narcisismo… bue. Y digo
"imaginariamente parecidos" porque, a ciencia cierta, en el fondo
toda pareja tiene un núcleo similar, sino no hubiese aparecido el
acontecimiento amoroso... Por eso toda pareja, al momento de la crisis, tratará
de eliminar el discurso del
otro, de rebajarlo sacando su artilleria pesada... el tema es que no lo mate,
claro.
Un analizante -por ejemplo- tiene dos hijos. Con el mayor no puede más que pelearse todo el tiempo porque se parecen -fantasmática e imaginariamente- en lo que el analizante fue otrora y es de hecho hoy. Con el menor no sucede lo mismo, pero el menor se parece a la pareja (a la madre) y por tanto él puede sostener la función paterna pero la madre no lo hace tan bien con éste segundo hijo. Cuestión de captura imaginaria. Lo HOMO inevitablemente está en el núcleo de nuestro goce: de allí que Freud no dejó nunca de relacionar el narcisismo con la homosexualidad; pero esto hay que leerlo más allá de la elección sexual de objeto: por eso en la obra de Genet no se trata sólo de eso: se trata de como lo HOMO (lo mismo) juega en el acontecer del goce. Dos sujetos que viven peleándose, tienen más de parecidos que lo que ellos creen. La agresividad -desde Lacan para acá- sirve para expulsar lo insoportable de uno. Por eso Genet, como tantos otros locos poetaas, han podido hacer de lo trágico, arte.
Con respecto a eso que decís de tu ex: se escucha siempre en las relaciones donde uno de los partenaires está ubicado en el rol de hijo (y el otro en Madre o Padre) que las demandas bilaterales se repiten: uno busca un niño y después no lo quiere caprichoso, gritón y rebelde; y el otro busca un Padre (o una Madre) y después no lo quiere porque le acota el goce (todo no es jugar, hay que hacerse cargo a veces de otras cosas). La imposibilidad neurótica deja el deseo para mañana y el goce para hoy. Habría que ver –en ambos casos- qué se repite y qué se paga (y qué se cobra) con la puesta en acto de esos mecanismos de goce.
Vos decís que tardaste un año a partir de ese episodio en darte cuenta: yo creo que siempre lo supiste, pero -como también decís- había mucho deseo de por medio y eso complica las separaciones... Por otro lado también hablás de las demandas que hay que suturar: es cierto. La misma analizante que enunció lo que escribí en el posteo sobre Las Criadas; me decía -porque todos los sujetos se quejan de lo mismo cuando tienen bebés o padres enrolados en su pareja- me decía que si el supuesto novio no calmaba su demanda, ella iba seguramente a ponerla en acto. Esto es tan cierto como que no se trata de un pedido usual, la demanda siempre es del gesto, no de lo que se tiene sino de lo que no se tiene: por eso -como decimos siempre en psicoanálisis- no se trata del vaso de agua, sino de quién lo lleva.
A los bebés les cuesta sostener, y los papis (y las mamis) pretenden que los bebés crezcan. Aparte de que, claro, se cansan de sostener siempre: es mejor que el goce se distribuya. Por eso, como en todo estereotipo, la pulsión se fija, el fantasma no se atraviesa y ahí está la neurosis. Cordiales saludos, map.
Un analizante -por ejemplo- tiene dos hijos. Con el mayor no puede más que pelearse todo el tiempo porque se parecen -fantasmática e imaginariamente- en lo que el analizante fue otrora y es de hecho hoy. Con el menor no sucede lo mismo, pero el menor se parece a la pareja (a la madre) y por tanto él puede sostener la función paterna pero la madre no lo hace tan bien con éste segundo hijo. Cuestión de captura imaginaria. Lo HOMO inevitablemente está en el núcleo de nuestro goce: de allí que Freud no dejó nunca de relacionar el narcisismo con la homosexualidad; pero esto hay que leerlo más allá de la elección sexual de objeto: por eso en la obra de Genet no se trata sólo de eso: se trata de como lo HOMO (lo mismo) juega en el acontecer del goce. Dos sujetos que viven peleándose, tienen más de parecidos que lo que ellos creen. La agresividad -desde Lacan para acá- sirve para expulsar lo insoportable de uno. Por eso Genet, como tantos otros locos poetaas, han podido hacer de lo trágico, arte.
Con respecto a eso que decís de tu ex: se escucha siempre en las relaciones donde uno de los partenaires está ubicado en el rol de hijo (y el otro en Madre o Padre) que las demandas bilaterales se repiten: uno busca un niño y después no lo quiere caprichoso, gritón y rebelde; y el otro busca un Padre (o una Madre) y después no lo quiere porque le acota el goce (todo no es jugar, hay que hacerse cargo a veces de otras cosas). La imposibilidad neurótica deja el deseo para mañana y el goce para hoy. Habría que ver –en ambos casos- qué se repite y qué se paga (y qué se cobra) con la puesta en acto de esos mecanismos de goce.
Vos decís que tardaste un año a partir de ese episodio en darte cuenta: yo creo que siempre lo supiste, pero -como también decís- había mucho deseo de por medio y eso complica las separaciones... Por otro lado también hablás de las demandas que hay que suturar: es cierto. La misma analizante que enunció lo que escribí en el posteo sobre Las Criadas; me decía -porque todos los sujetos se quejan de lo mismo cuando tienen bebés o padres enrolados en su pareja- me decía que si el supuesto novio no calmaba su demanda, ella iba seguramente a ponerla en acto. Esto es tan cierto como que no se trata de un pedido usual, la demanda siempre es del gesto, no de lo que se tiene sino de lo que no se tiene: por eso -como decimos siempre en psicoanálisis- no se trata del vaso de agua, sino de quién lo lleva.
A los bebés les cuesta sostener, y los papis (y las mamis) pretenden que los bebés crezcan. Aparte de que, claro, se cansan de sostener siempre: es mejor que el goce se distribuya. Por eso, como en todo estereotipo, la pulsión se fija, el fantasma no se atraviesa y ahí está la neurosis. Cordiales saludos, map.
ARTE:
Javier González Burgos
NK fake flute and flying fishes