Poder y Narcisismo
Hay un verso de Dante en El
infierno que da a entender este vaciamiento de sí mismo,esta –diríamos- descalificación
del sujeto, que queda desplazado por la imagen. Dice Dante,“tuve de súbito, perversa tarea dos y nadie, la imagen perversa“, (pervertere en latín quiere decir que gira). Esa imagen que
gira da lugar a un dos
y nadie, en rigor hay dos y no hay
nadie. Porque si yo utilizo al otro para
hacerle creer que yo soy lo que no soy, y el otro considerado como tal, ni yo aparezco como el
que es. En esta fascinación por la imagen se genera, se va incrementando un poder, que es
una especie de seducción a escala masiva (en latín seducere quiere decir : ducere conducir, se
hacia sí, es decir atraer).
Naturalmente que en la seducción, justamente en el juego perverso
de la seducción, perversos somos todos, hay una ascensión en la que el seductor y el seducido
cambian permanentemente sus roles. Otra vez es la imagen la que gira. Ustedes dirán qué tiene que ver
esto con el poder. Yo creo que nosotros tenemos ejemplos contundentes. Un poder
imaginario es un poder vacío, porque su preocupación fundamental es seducir a los
otros con una imagen en la cual se funda el poder. Pero la imagen es como una sombra, la imagen es
esencialmente engañosa.
En Platón, en La República, al hacer un análisis muy profundo de la
obra de arte, criticaba a aquellos pintores de la época que calcaban las imágenes sobre las
sombras que el objeto proyectaba. En la concepción de Platón decía: “eso no es real”, las
cosas no se ven tal como son, sólo se ven sus sombras. Toda la teoría de Platón, está hecha en
cómo remontar el camino desde las sombras hacia la verdadera presencia de la Idea, de la cosa
misma. Las sombras son el reflejo de la
Idea, que es la cosa tal como es, pero la Idea no esvisible, sólo se ven las sombras
que proyectan. El arte, dice, no es lo visible. Es decir, las cosas no son como las vemos, sino tales
como tenemos que descubrir y a veces encontrartrágicamente, más allá de lo que
quisiéramos, como efectivamente son.
Me acuerdo de Valle Inclán, que
dice algo que nos puede ser muy útil: “las cosas no soncomo las vemos, sino como las
recordamos”, porque en el recuerdo las cosas aparecen en un horizonte escénico que nos
permite entenderlas mejor a mi realidad. Pero vuelvo al poder, el poder
imaginario es un poder confiable, que hace creer que las cosas son la gente quisiera
ver que son, entonces se genera colectivamente una realidad irreal, una fantasía.
Verdaderamente, cuando las sociedades entran en esta fantasía colectiva, se despiertan pasiones muy
profundas y esencialmente una conjunción narcisista, porque es muy fácil el camino de la imagen
y es mucho más trabajoso alcanzar a SER, lo que se ES, por el camino de la lucha. Vean ustedes la diferencia
fundamental que hay entre reconocimiento y búsqueda de aprobación, porque muchas veces
se confunde esto y lleva realmente a una pérdida del sentido de diferenciación de las dos
cosas. Reconocimiento no es buscar la aprobación del otro, cosa que es muy simple comparada con
lo que es el reconocimiento, que es la afirmación a pesar de que el otro no nos apruebe. Si
no, no existirían ni el arte, ni la filosofía, ni la ciencia, ni todas aquellas aventuras que van contra
lo establecido y pensar en romper con los prejuicios.
Pensar es una manera de no ser
tonto, es decir no caer en el engaño y para eso es precisamente indispensable,
romper con esta fascinación. Vuelvo a lo que decía. En el poder imaginario, se va gestando un
poder que acumula poder, y Uds. pueden decir ¿para qué?. Para hacer negocios, sí, todo eso sí,
pero ¿para qué?. Para qué de
la existencia. Es mucho más profundo, sobre todo cuando
alguien pretende ser nada menos que político. Acá tenemos un ejemplo excelente de lo que es la
auténtica política, porque ¿qué es la política? (polis: ciudad), es representar al ciudadano, es
como dice un amigo mío “el derecho del ciudadano” forma parte de los Derechos Humanos,
mientras que el poder narcisista, como acumulación de poder, para mí es una crueldad.
En
definitiva, el poder por el mismo poder, no representa a nadie. Incluso podríamos decir que ni
siquiera se representa a sí mismo, porque esa imagen del poder está hecha a costa de una doble
pérdida social. Ni yo me afirmo como lo que soy, lo que quiero y lo que pienso, ni el otro es.
Es simplemente un espejo de nosotros mismos que si no nos refleja como quisiéramos, lo
rompemos, como la madrasta de Blancanieves, ese famoso cuento en el que le preguntaba ¿quién es
la más bonita? Y como el espejo le respondió que no era ella, entonces lo rompió. Así se hace,
cuando se invade la prensa, cuando se quieren controlar los medios. De pronto salen
exabruptos, fallidos, quieren controlar todo, inclusive los e-mails. Después se dan cuenta de que
fueron demasiado lejos, no conviene, entonces se rectifican e intentan explicarlos. No. Los
fallidos no se explican, hablan por sí mismos, y una vez que se produjo hay que decir que es un
fallido. Lo que no les quita responsabilidad.
(...)
Ustedes saben que a través de la
comunicación se compra y vende información, se compran y venden imágenes. Hay un
aspecto que puede ser legítimo, pero yo creo que se ha ido intensificando y expandiendo una
fórmula de poder negativista. Negativista quiere decir que en
vez de resolver problemas, puede crear problemas para aparentar resolverlos. Esto
lo tenemos todos los días, en vez de resolver el problema de fondo, se crean nuevos problemas,
que tampoco se resuelven, pero distraen la atención. Esta es una táctica suicida, porque
uno puede desentenderse de los problemas, pero los problemas no se desentienden de nosotros.
Éste es el origen de lo que Freud
llamó lo inconsciente. Lo inconsciente, es eso otro que va quedando lateralizado,
pero que vuelve, porque nada de lo que queramos no ver deja de volver. Nosotros tratamos de no ver lo
que nos angustia. Ése es el origen de la censura y después viene a escala social
todas las formas de la tecnología de la represión. La represión toma un camino para no enfrentar
el reconocimiento de aparentar lo que nosotros queremos probar, según supongo. Ustedes
pueden notar que hay un poder imaginario de un lado, que cautiva, que seduce, pero
quisiera preguntar ¿cuál es el origen de ese poder? Por supuesto, en principio, notamos cuál es su yo,
su estructura. Es un fenómeno típicamente humano, se da en la naturaleza humana, en su
efecto esquizo-paranoide, es decir el efecto de desdoblamiento. Nadie es un cínico absoluto, sino
que hay una permanente tensión entre el yo y ese otro que soy yo.
Ese desdoblamiento es la clave de
la reflexión, si reflexión quiere decir volverse constantemente a preguntar, a
cuestionar, pero también puede ser el origen de la apariencia, de la ilusión, de lo ilusorio del
engaño. El hombre tiene la virtud de poder engañar, y afortunadamente el engaño termina
siendo revelador de la verdad. Es decir, la verdad se revela a través de
los rasgos mismos de la censura. La verdad vuelve.
.
Guillermo
Maci
“El poder
imaginario del Narcisismo”
Extracto de Conferencia en Buenos Aires
del 13 de abril del 2005
Arte:
Jeannie Paske
An Understanding Of Illusion