Arte Angustia Goce

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Hola Marcelo!

He leído tu post, que bueno! Me parece muy clarificador el nacimiento del yo a través de la música del Amor, del buen amor, de lo subjetivo anudado a lo social, del mismo me surgen dos preguntas para tu blog:

1.- ¿Para tí el arte está más allá de la cadena significante de la cultura? Por qué no o por qué sí?
2.- ¿Cómo juega la metáfora paterna en un borderline, por qué viven tan angustiados?

Un saludo y gracias.   Francisco Torrente (Barcelona)


Hola Francisco: Gracias por tu elogio; he pasado recièn por tu pàgina, veo que hacés terapia gestáltica. Si bien se puede homologar el objeto de arte con el objeto-a lacaniano (y en ese sentido decir entonces que hay una ruptura, que està por fuera de la cadena significante, caído como resto de la operación del Sujeto) te dirìa que el arte, no.  Puesto que el arte no es más que el producto de la sublimación del parlêtre, y pertenece obviamente al campo de la Cultura. Te dirìa más: no hay ninguna realidad pre-discursiva.  De hecho el INVENTO lacaniano de objeto-a sirve para manipular el real que sólo puede ser alcanzado vía lo simbólico. Por tanto ya decir “real” implica el uso del significante, aunque en términos básicos no hay lenguaje en lo real. Es decir: podemos decir que la pulsión es muda; pero si se puede ya hablar de sus manifestaciones entonces ya no lo es.  El goce es real, pero no hay goce sin la impronta del significante. Con respecto a la categorìa de borders que muchos usan; en Lacan no hay tal distinción que viene de la escuela postfreudiana y psiquiátrica. El Sujeto, sea lo que sea, tiene siempre la Metáfora Paterna en falla y se angustia cuando el deseo lo con-voca. No es que los borders “viven angustiados” –porque de hecho un fóbico no es un border y tambièn tiene esa vivencia límite- sino que, en todo caso, reaccionan más con el Acting que con el síntoma-analítico; es decir, suelen tener más situaciones donde no está muy delimitada (es más endeble) la línea entre la Palabra y la Acción: por eso se los llama justamente borderline. ¿Cuàl es el borde que bordean? Bueno, justamente el borde entre la acciòn y la palabra. Allí, obviamente, la angustia aparece como un afecto harto más bizarro que insistente. Igual yo diría de no caer en el reduccionismo: la angustia se puede manifestar más calladamente –y aún durante muchísimo tiempo- por otras vías: una persona que no puede producir o alguien que se come una heladera por noche; esos son todos sujetos donde la angustia está haciendo su minucioso trabajo de abatimiento. Es decir: la angustia es -al igual que el síntoma- como la punta del iceberg del goce que mortifica al sujeto. Saludos, marcelo a. pérez-

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