El Tango
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
Me has herido
y la sangre de esa herida
goteará sobre tu vida, sin cesar.
Algún día
sentirás en carne propia
la crueldad con que hoy me azota
tu impiedad...
Y es posible que la mano que te hiera,
vengadora o justiciera, por tu mal
te devuelva
golpe a golpe el sufrimiento,
cuando estés en el momento
en que el golpe duele más.
En carne propia
sentirás la angustia sorda
de saber que aquél que amaste más,
es quien te hiere...
Será inútil
que supliques por la gracia del perdón.
Será en vano
que pretendas esquivarte del dolor.
Porque algún día,
con la misma ruin moneda,
con que pagan los que pagan mal,
te pagarán.
De rodillas
te hincarás rogando al cielo,
cuando sientas todo el peso del dolor.
Tu amargura
Será enorme y sin remedio,
cuando pagues con el precio de tu horror...
De rodillas llorarás en la agonía
de tu noche enloquecida, sin perdón...
Y en la angustia
de tu cruel remordimiento,
pasarás por el infierno
que por ti he pasado yo.
En Carne Propia
Tango / 1944
Música: Manuel Sucher
Letra: Carlos Bahr
En este link hay una versión con la orquesta de Troilo
que es -como siempre- palabra mayor... y Marino tiene
una melocidad especial; pero recomiendo la versiòn de
Raúl Lavié que no està subida a la web.
http://www.youtube.com/watch?v=2HvkEg-7nwo
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
Fui criado entre milongas y noches de bailongo…
Mis padres iban mucho a lugares donde primero se cenaba y después se bailaba con orquesta en vivo…
Yo, en upa de alguna amiga de ellos -obviamente protestando un poco por celos edípicos de rigor- pasaba noches enlazado a cuerdas y a cantantes de voz grave y de gestos fuertes.
Yo, en upa de alguna amiga de ellos -obviamente protestando un poco por celos edípicos de rigor- pasaba noches enlazado a cuerdas y a cantantes de voz grave y de gestos fuertes.
Tenía apenas 5 o 6 años cuando las cuerdas y los bandoneones ya se incorporaban a mi estómago.
Por esa época, recuerdo, recorriendo lugares de San Telmo entramos al El Viejo Almacén, dónde siempre Edmundo Rivero –uno de sus dueños por entonces- protagonizaba la noche. Y recuerdo que con mi padre fuimos hasta el baño –los chicos siempre piden ir al baño, no hagamos (no es momento) ninguna acotación freudiana- y allí entró de pronto Don Edmundo: recuerdo sus manos enormes… Y su expresión cuando me vió, con su tono absolutamente macizo: “Pibe, ¿qué hacés vos acá?”- Creo que es una anécdota que perfila el ambiente en que me crié: mucho tango.
Es decir: al punto de necesitar odiarlo para separarme. Me rebelé escuchando otras cosas, como suele ser lógico. Pero hoy amo el tango. Las frases de mi padre cuando se refería a ciertos cantantes hoy me suenan tan justas, y ayer tan lejanas: “Fijate cómo Fiorentino respira, cómo acompaña a Troilo”, “Mirá lo que hace el Polaco…” y ni hablar de Gardel, de quien mi padre era por entonces fanático. No es que ellos conscientemente me querían adoctrinar tanguero –incluso sus frases por lo general no estaban dirigidas a mi, sino a otros, y yo las captaba en el aire y pensaba "por algo lo estará diciendo"-; pero lo lograron aún en un nivel no tan conductual.
Hoy cuando escucho los primeros acordes de la orquesta de Troilo, puedo entender por qué todo cantante querìa estar allí, en esa orquesta. Antes no era como ahora: antes había que seguir a la orquesta: y seguir a Troilo era un desafío. También entiendo porqué Carlos Gardel era "el mudo", prototipo del cantante: la manera de grabar las pistas de antes -metido pràcticamente adentro de un cajón- no tiene nada que ver con las decenas de canales con que se graba hoy día: había que tener pasta sí o sí...
Escuchar cantar y emocionarse con el canto no suele ser cosa común.
No se trata sólo de cantar con la voz, con las cuerdas vocales; sino con el estómago, con los intestinos, con el alma... Interpretar no es cantar: es mucho más. El tango es un desafío porque requiere
No se trata sólo de cantar con la voz, con las cuerdas vocales; sino con el estómago, con los intestinos, con el alma... Interpretar no es cantar: es mucho más. El tango es un desafío porque requiere
-como todo género musical- de una interpretación muy profunda, y -a la vez- que no se perciba ni la exageración ni el compadrito que mucho tanguero lleva incorporado.
Hay también quienes lograron esto sin tener caudal de voz; y por eso construyeron un estilo: porque siempre es más importante la interpretación que la nota justa: afinar quizàs pueda afinar cualquiera que lo pretenda y lo trabaje. Pero no todos son buenos actores-cantantes.
También descubrí que el tango tiene excelentes poetas.
Discépolo, Manzi, Cadícamo, Expósito: son palabra mayor.
Y la musicalidad del tango, sus cuerdas, su bandoneón, es un significante en sí mismo.
El Tango tiene letras para todos los males...
Aquì transcribo una de ellas: uno de nuestros males..
Supongo que está dedicado a todas/todos los Ex
que hemos y nos han abandonado...
(¿Quién está en condiciones de tirar la primera piedra?)
Es una letra un tanto terrible; se cae la sangre en cada vocal.
El Tango tiene esa particularidad que creo el bolero desconoce:
el drama en el tango es fatal y el bandoneón y las cuerdas lo subrayan.
En el bolero, me parece, el drama está camuflado por cierto color romántico.
Como siempre, es el tono con que se dice... lo que cuenta.
(¿Quién está en condiciones de tirar la primera piedra?)
Es una letra un tanto terrible; se cae la sangre en cada vocal.
El Tango tiene esa particularidad que creo el bolero desconoce:
el drama en el tango es fatal y el bandoneón y las cuerdas lo subrayan.
En el bolero, me parece, el drama está camuflado por cierto color romántico.
Como siempre, es el tono con que se dice... lo que cuenta.
Me has herido
y la sangre de esa herida
goteará sobre tu vida, sin cesar.
Algún día
sentirás en carne propia
la crueldad con que hoy me azota
tu impiedad...
Y es posible que la mano que te hiera,
vengadora o justiciera, por tu mal
te devuelva
golpe a golpe el sufrimiento,
cuando estés en el momento
en que el golpe duele más.
En carne propia
sentirás la angustia sorda
de saber que aquél que amaste más,
es quien te hiere...
Será inútil
que supliques por la gracia del perdón.
Será en vano
que pretendas esquivarte del dolor.
Porque algún día,
con la misma ruin moneda,
con que pagan los que pagan mal,
te pagarán.
De rodillas
te hincarás rogando al cielo,
cuando sientas todo el peso del dolor.
Tu amargura
Será enorme y sin remedio,
cuando pagues con el precio de tu horror...
De rodillas llorarás en la agonía
de tu noche enloquecida, sin perdón...
Y en la angustia
de tu cruel remordimiento,
pasarás por el infierno
que por ti he pasado yo.
En Carne Propia
Tango / 1944
Música: Manuel Sucher
Letra: Carlos Bahr
En este link hay una versión con la orquesta de Troilo
que es -como siempre- palabra mayor... y Marino tiene
una melocidad especial; pero recomiendo la versiòn de
Raúl Lavié que no està subida a la web.
http://www.youtube.com/watch?v=2HvkEg-7nwo
.
.