Trajes del Analista

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Los analizantes pueden vernos en el shopping, o en la playa, o en las duchas del club –lo digo porque me ha ocurrido-. O como le pasó a un amigo, pueden vernos con la cofia de la nena puesta en la cabeza para que el sol no castigue la calvicie y pasar por al lado sonriendo, y dejar caer un “buenos días, doctor”, y como si nada. Pueden soportar que los hagamos esperar, y otras pequeñas o no tan pequeñas psicopatologías de la vida cotidiana, como a cualquiera le puede pasar. Pero lo que no deja lugar al Otro de la transferencia es que nos vean caer emboscados en el mismo goce que los ha traído hasta nosotros. Todo lo que tenemos de fallidos es folclore si a la hora de presentarnos la manera, más o menos feroz, con que el Otro los goza, somos capaces de abstenernos y conducir la experiencia del sujeto hacia otra forma de lazo social.
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Beno Paz, psicoanalista
Ciencia, política y psicoanálisis
http://www.elsigma.com/site/detalle.asp?IdContenido=3640
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Arte:

Henri Cartier Bresson;

Henri-Daws-On-Brie

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