El viudo
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Freud decía que el obsesivo es inconscientemente homosexual, con elección de objeto heterosexual y fijación de caracter anal. Soñé que Graciela tenía pene, y que yo lo besaba: este estereotipo de sueño de un obsesivo ejemplifica que el pene no está relacionado con el padre, sino con la mujer. O sea, según el obsesivo, su madre destruye el deseo del padre deseando a "su pequeño falo." Incluso, después de este tipo de declaraciones, es factible esperar un relato en el que, de un modo u otro, el neurótico cuente acontecimientos que se relacionen con accidentes, destrucciones, muertes y entierros -de mascotas o animales, por poner un ejemplo-, o cualquier referencia que lo abrume con la pérdida del Objeto, por el duelo de un Objeto que nunca se logra: consecuencia suficiente para que Lacan lo afirme como sujeto de "valija de doble fondo", es decir, "el hombre del contrabando", el que contrabandea con el crimen el deseo del padre en el que él mismo participó.
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…el sujeto tiene serios problemas con las insignias paternas. Incluso, hasta podemos encontrarnos, en la clínica, con sujetos que son verdaderos destructores de la transferencia, o sea, destructores del deseo del analista. Lo que orienta al acto analítico, por otra parte, es encontrar a un sujeto advertido sobre cuál es el camino del deseo inconsciente. Por eso, el analizante habla de sus experiencias infantiles a pesar de que le sería más grato para él no recordarlas: lo doloroso que resulta traerlas a la escena actual conforma el momento oportuno para hacer otra cosa con ese escenario infantil, impidiendo el retorno de un intento de expiación de una culpa que nunca se conseguirá. Cuando hablamos de análisis no nos referimos a la charlatanería o a un desplazamiento al infinito, el análisis significa acercarse a los núcleos fundamentales de la estructura de un determinado discurso. Y el analista no cumple el papel de testigo fascinado por el goce del neurótico, ya que habilita un espacio donde debe acotarse el hablar tonterías.
En suma, el neurótico obsesivo -ejemplificado con la actuación de Jack Nickolson, en Mejor imposible-, es un sujeto que no ha hecho un duelo, o que mantiene un duelo permanente pues no ha podido hacer el duelo por el falo. Un viudo.
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…el sujeto tiene serios problemas con las insignias paternas. Incluso, hasta podemos encontrarnos, en la clínica, con sujetos que son verdaderos destructores de la transferencia, o sea, destructores del deseo del analista. Lo que orienta al acto analítico, por otra parte, es encontrar a un sujeto advertido sobre cuál es el camino del deseo inconsciente. Por eso, el analizante habla de sus experiencias infantiles a pesar de que le sería más grato para él no recordarlas: lo doloroso que resulta traerlas a la escena actual conforma el momento oportuno para hacer otra cosa con ese escenario infantil, impidiendo el retorno de un intento de expiación de una culpa que nunca se conseguirá. Cuando hablamos de análisis no nos referimos a la charlatanería o a un desplazamiento al infinito, el análisis significa acercarse a los núcleos fundamentales de la estructura de un determinado discurso. Y el analista no cumple el papel de testigo fascinado por el goce del neurótico, ya que habilita un espacio donde debe acotarse el hablar tonterías.
En suma, el neurótico obsesivo -ejemplificado con la actuación de Jack Nickolson, en Mejor imposible-, es un sujeto que no ha hecho un duelo, o que mantiene un duelo permanente pues no ha podido hacer el duelo por el falo. Un viudo.
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Jorge Luis Leiva
Neurosis Obsesiva
Neurosis Obsesiva
Escuela Freudiana de Buenos Aires
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