Semblantear Versus Creerselo
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El perverso es frío en lo que respecta al sexo. Trasmuta la sexualidad y el sexo en vector ritual, en abstracción ritual y ceremonial, en un estar de juego ardiente de signos en lugar de un intercambio de deseo.
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La fuerza de fascinación del orden perverso proviene de un culto ritual fundado en la regla. Perverso no es lo que transgrede la ley, sino lo que escapa a la ley para entregarse a la regla, escapa no sòlo a la finalidad reproductiva, sino al orden sexual mismo y a su ley simbòlica para encontrar una forma ritualizada, regulada, ceremonial.
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El perverso desconfìa radicalmente de la seducción e intenta codificarla. Intenta fijar sus reglas, formalizarlas en un texto, enunciarlas en un pacto.
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El perverso siempre se introduce en un universo maníaco del dominio y de la ley. Dominio de regla convertida en fetiche, circunscripción ritual absoluta: ya no juega.
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Jean Baudrillard
El miedo de ser seducido.
De la Seducción; 1989.-
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